lunes, 31 de enero de 2011

The way it used to be

Nunca me han gustado las estatuas nuevas que pone el gobierno en cada esquina de la ciudad. Cada una es de peor gusto que la anterior, y sin embargo la gente pasa junto a ellas admirándolas, porque de eso se trata el "arte". Como yo lo veo no se trata de arte sino de destrozar el paisaje, como si lo hicieran a conciencia. Tal vez lo hacen a conciencia. Me encantan los políticos que se quejan de los grafittis, pero extendieron sin problemas un permiso para poner un burguer king en un edificio histórico del centro de Coyoacán, un edificio que por cierto me agradaba bastante. Me encanta ver las fotografías de antes de que yo naciera, a veces pienso que me me encantaría poder viajar en el tiempo, pasar aunque sea sólo un día en el pasado, cuando la fotografía era fotografía y no cualquier escuincle con celular podía decir que era fotógrafo. Mi madre me contó una vez que cuando ella era niña podía dejar la puerta de su casa abierta con toda confianza, nadie se metería a usmear, y ni se diga a robar. Eran tiempos diferentes, eso es seguro, pero no me atrevería a decir que mejores. Y sin embargo siento un poco de nostalgia cuando me paso por Coyoacán, y recuerdo los puestos de artesanías antes de que todo se volviera chino y plástico, cuando había un bar en el que vendían cerveza a menores de edad en pleno centro de Coyoacán, y podía ir ahí sin tener todavía credencial de elector. No, no me atrevería a decir que eran tiempos mejores, sólo diferentes... aunque tal vez demasiado diferentes. Tal vez si hubiera conocido este mundo hoy y no cuando lo conocí, no habría ninguna diferencia. Las estatuas siempre hubieran estado ahí y yo me habría quejado si las hubieran quitado. El burguer king siempre habría existido y yo me hubiera quejado si eso hubiera cambiado. Si el mercado de artesanías siempre hubiera sido el mercado de artesanías y eso hubiera estado bien para mi. Tal vez sólo nos queda aceptar que las cosas cambian, y que si no cambiamos con ellas estamos perdidos.
.
.
.



Me pregunto si alguien hace 200 años ya había pensado en lo que escribo ahora, y si habrá llegado a la misma conclusión. Me pregunto si hace 200 años alguien se preguntó si alguien 200 años antes se preguntó si...

domingo, 30 de enero de 2011

conceptos

Sofía dice
tu crees que soy aburrida?

Hector Campos dice
nop
me eres interesante y agradable
aburrida no
xq?

Sofía dice
no sé

Hector Campos dice
te calificaron de aburrida?

Sofía dice
he estado escuchando a mis compañeros de la escuela contar sus aventuras
y eso me hace sentir aburrida

Hector Campos dice
tus aventuras son hacia adentro

sábado, 29 de enero de 2011

Write to live

Prácticamente no he tenido tiempo para mi desde que empezaron las clases. Para trabajar sí, tomar fotos, no es que tenga opción. Y sin embargo han pasado muchas cosas, del tipo de cosas que si uno no escribe en el momento, después ya no tiene caso. Descubrí también esta semana que no se me da escribir por encargo. Es curioso, ya sé lo que tiene que decir y cómo tiene que decirlo, hay quien dice que así debería ser más fácil. La verdad es que no, para mi, así resulta imposible. Siempre he escrito cuando me da la gana, lo que me da la gana y porque me da la gana, y cuando escribía el tipo de cosas que me piden que escriba, lo hacía bajo los efectos del alcohol. Me pregunto por qué es que no se preguntan por qué ya no escribo como antes, por qué ya no soy como antes. Soy un humano completamente diferente y nadie parece notarlo. Es el tipo de cosas que cuando uno las dice pierden completamente su significado. Como cuando te mueres de ganas de hablar, de quejarte del mundo, de gritarle al mundo, y justo cuando vas a decir es que más te duele, el otro te interrumpe con un "pero no te preocupes, todo va a estar bien". Yo sé que todo va a estar bien, al final todo siempre está bien. La cosa es que a veces uno no quiere ver lo que pasará mañana, sea bueno o malo, no importa, porque lo que quieres es vivir el momento, vivir en el momento, sin importar lo que otros digan o cómo lo digan. Sí, sé que todo estará bien, y hoy sé que si me quedo sola mi mundo no se va a desmoronar. A veces siento que hay quien me dice cómo debo vivir mi vida, por qué debo vivir mi vida y cómo, y comienzo a pensar que no, así no funcionan las cosas. Pero he vivido ya mucho tiempo así y no sé cómo cambiarlo. No sé cómo decirlo, no sé si debo decirlo, porque ya sé cuál será la respuesta; "todo es siempre tu culpa". Y ya no puedo vivir así.

.


To live... is just like writing... How is that, that I've lived writing must of my life, but I still don't get to live it?

martes, 25 de enero de 2011

A pretty sunset...?



...I’ve changed my mind so much I cant even trust it
My mind changed me so much I cant even trust myself...

jueves, 20 de enero de 2011

Con B grande

Hoy me desperté pensando que es un día especial. Me desperté igualito que otros días, repitiendo una y otra vez el sueño que tuve para no olvidarlo, reviviendo los detalles, riéndome de él. Encendí la computadora y busqué la nueva entrada de mi blog favorito, la leí, me dejó con cara de o.0 Luego fui al cajón de la ropa, y fue ahí cuando me dí cuenta de que este es un día especial; Escogí mi ropa interior con cuidado, no me preguntes por qué.

Han pasado ya varios meses desde la última vez que lo vi. Se fue en noviembre, o eso tengo entendido, y si mi memoria no me falla, volvió a llamarme el 6 de enero, hace exactamente 14 días. Y no, no hablé con él. Me llamó justo cuando el maestro, en el primer día de clases, me miró a mi y me dijo "¿Quién eres y por qué fotografía?"... Ring ring!!... Yo colgué para responder la pregunta, de todas formas era un número desconocido. Pero, ingenua de mi, volví a marcar ese número en los primeros 5 min que tuve libres. Me sorprendió un poco oir del otro lado de la línea una voz desconocida, pero que me hablaba con tanto gusto y naturalidad que hasta me sentí un poco culpable por no recordarlo; "¿Quién habla?".. Me dijo su nombre, y yo colgué de inmediato. Yo jamás pensé que volvería a México, tal vez yo no quería que volviera a México, y tal vez fue por eso que, antes del 6 de enero, jamás me puse a pensar en qué haría, qué pasaría, cómo reaccionaría yo... no quería saber.

El 7 de enero cancelé todo lo que tenía que hacer, puse el pretexto de tener una tarea urgente. Me fuí a sentar a dos bancas de esa banca, de nuestra banca, en Coyoacán, y la observé pensando que de la nada aparecería él, con un helado en la mano, y se sentaría en esa banca como si nada. Supongo que está de más aclarar que nunca llegó. Pasé ahí la tarde, pensando, ¿Qué haría si volvía, si aparecía? ¿Correría a él, a besarlo, a abrazarlo como si lo hubiera extrañado? ¿Haría como que no lo ví y me marcharía? ¿Lo saludaría como a un extraño, sólo para saber de su vida y luego me iría? No lo sé. Pero pasé ahí la tarde, esperando.

Pasó el tiempo, y no llegó. Me levantaba de la banca de vez en cuando para buscarlo, ver su cara, sus ojos, esa mirada entre la gente. Pero llegó el atardecer y yo me fui. Me levanté de la banca para caminar hacia donde tomo el autobús para ir a casa, y fue ahí cuando me di cuenta de que estaba caminando hacia el primer lugar donde lo besé.

Y, sí, al llegar a la plaza de mayo me dio por llorar... y me puse a gritar, dónde estás?... Y lloré, y lloré tanto que me dio vergüenza volver a casa. Y me quedé ahí, esperándote, y esperando a  que llamaras, pensando en llamarte para decirte todo lo que estaba pensando, todo lo que estaba sintiendo.  Pero cada vez que tomaba mi celular para llamarte, sentía un dolor terrible en el estómago. Así que me senté ahí en una banqueta a sentir pena por mi. Pero lo curioso de todo esto pasó un poco después, cuando al fin me decidí a lagarme de ahí... En el lugar exacto donde te besé por última vez, un pointer rojo, alguien adentro fumando, solo. Si el coche hubiera sido plateado hubiera pensado que eras tú y habría huido. Pero no era, y me acerqué. Me acerqué pensando que eras tú en alguien más, ya sabes que me ha pasado. Y fue grande mi sorpresa cuando me di cuenta de que no eras tú, sino él, ¿Te acuerdas que te conté de Él?, tenía su nariz, y su olor, pero su voz no era la misma, no tenía nada que ver.  Así, no eras tú, ni él, ni nadie. Él no era nadie, sólo uno de esos peones, gente sin rostro, que a veces me da por mirar. Y entonces volví a casa, con la única compañía de la música de mi iPod. Y tu ausencia, ausencia que espero que se quede así de por vida. Hoy, para mi, saber vuelve a escribirse con B grande y mayúscula.

jueves, 6 de enero de 2011

home?

Recuerdo que cuando era niña, en la entrada de la primaria había un letrero que decía "Tu escuela es tu segundo hogar, cuídala". Yo nunca lo tomé en serio, pero ese pensamiento vino a mi cabeza hace un rato. Hoy es mi primer día en otra universidad nueva, en la que en teoría hay gente como yo, y me estaba preguntando si ese hecho es capaz de convertir un lugar en un segundo hogar. En tu opinión, ¿Qué es esa cosa que puede hacerte odiar o amar un lugar?, al menos hasta ahora, para mi, la escuela siempre fue una tortura. Pero bueno, tengo que ir a la escuela... deséenme suerte.

domingo, 2 de enero de 2011

If




Me pongo a pensar un poco en lo que le dije a mi pequeña yo, y me pregunto si algo parecido me diría yo a mi dentro de diez años. Estoy casi segura que sí. Es sólo que, a pesar de todo, a veces todavía se me desbarata el mundo. Es como si siguiera siendo la misma niña, sabiendo que no lo soy. ¿Cuántas veces habré hecho planes que no pude cumplir? Muchas más de las que habría querido. A veces me da la impresión de no estar viviendo la vida como quería vivirla, como me dije a mi misma que sería cuando tenía 15 años. Estoy segura de que si a los quince años me hubiera escrito una carta para leerla ahora, tendría vergüenza de mi misma. Estoy segura de que si mi yo de quince años supiera lo que soy ahora, estaría decepcionada de mi. Estoy decepcionada de mi. No, no estoy diciendo que no he logrado nada. Estoy diciendo que no soy nada de lo que pensé que sería, que no soy nada de lo que sabía que sería. Algunos podrían decir que mis espectativas eran muy altas, a decir verdad en aquella época muchos me dijeron que soñaba demasiado. Y tal vez sí soñaba demasiado, tal vez todavía pido demasiado. Es sólo que yo siempre pensé ser más de lo normal... hace muy poco me di cuenta de que no lo soy. Si hoy me dijeran que escriba algo a mi futuro yo, ya no sé la verdad qué le diría. Me he dado cuenta de que las metas cambian, el problema es que a veces uno no entiende bien el límite entre un cambio de meta y un error en el camino. La línea es difusa, y es eso lo que me atormenta.

sábado, 1 de enero de 2011

2

which is the point of being with you if, no matter what, I will allways be lonely?

Primero de Enero

Quise fingir por un momento que era la misma de antes. Encendi un cigarro y me dolió la cabeza... Tomé dos tragos de vino y me dieron nauseas... Me comí un pedazo de carne y casi vomito. Supongo que este es el primer año que empiezo siendo quien soy ahora, y creo que eso me gusta...

Feliz año a todos, los quiero.