miércoles, 23 de febrero de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

Sueños en renta

La casa de mis sueños está en renta. Es una casa blanca con azul, no demasiado grande. Cuando pasé frente a ella con mi novio, le señalé el letrero de "SE RENTA". Él sólo dijo "no me gusta", me cambió el tema. Claro que no sabe que es la casa de mis sueños. Muchas veces, desde muy niña, me dijeron que era demasiado soñadora, que se me pasa el tiempo soñando cuando debería estar viviendo. Y creo que es verdad, paso más tiempo soñando despierta que viviendo o soñando dormida. Nunca me molestó en realidad que ninguno de aquellos sueños nunca se hiciera realidad, nunca hice nada tampoco para hacer real nada de lo que soñé, siempre me quedó claro que en la vida, una cosa son los sueños y otra la realidad, y los sueños y la realidad, no se mezclan. Tal vez es por eso que nunca me puse a pensar en qué pasaría si un día tuviera la oportunidad de hacer realidad uno de esos sueños. La casa de mis sueños está en renta, y yo no me atrevo a saltar al vacío. Eso me lleva a preguntarme qué pasaría si llego a tener la oportunidad de vivir la aventura de mis sueños, de conocer al hombre de mis sueños, de encontrar el lugar de mis sueños, ¿Sentiría entonces estar saltando al vacío? ¿Cómo se supone que le hace uno para separar las fantasías de la realidad? ¿Qué carajo es la realidad a final de cuentas?
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Y... si el amor de mi vida es un imbécil?

jueves, 17 de febrero de 2011

Tiempos mejores

Si hay algo que extraño de la casa en la que vivía antes, es mi ventana, el poder dejarla abierta en las noches demasiado cálidas, dormir con el arrullo de los grillos, fumar ahí como si estuviera fuera de la casa. Estoy segura de que, si no nos hubiéramos mudado, yo nunca hubiera dejado de fumar. Esta semana descubrí que sí tengo una fotografía de la vista desde mi ventana, pero no es suficiente. Recordar no es volver a vivir. Es un poco frustrante esta ventana que ni siquiera se abre, aún si se abriera, los mosquitos harían imposible dormir aquí. Alguna vez me dije que ningún tiempo pasado fue mejor, que no tiene sentido vivir recordando, vivir en el pasado. Me gusta pensar que vendrán tiempos mejores, con mejores ventanas y mejores vistas. Tal vez incluso un pequeño balcón...

domingo, 13 de febrero de 2011

Never



Y justo cuando pensé que la historia había acabado, acabado del todo y por última vez, aparece un nuevo mensaje en facebook. ¿Por qué? ¿Por qué no puede rendirse y dejarme ir? ¿Cómo es que no se da cuenta? ¿Qué demonios pasa por su cabeza? ¿Cómo se supone que yo debo seguir con mi vida si sigue apareciendo? Tal vez si lo ignoro se vaya de nuevo...
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You're beautiful, you're beautiful, its true... but is time to face the truth...
...I will never be with you...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Trust

A veces me pasa que siento ganas de decir cosas a algunas personas, cosas que o no debo o no quiero decir. Lo que hago en esos casos, en el msn, es escribir todo lo que pienso, y luego, en lugar de dar enter, dar delete. Antes, cuando era más joven e ingenua, solía creer en los amigos para toda la vida. Varias veces pensé tener algunos, muchas veces sacrifiqué cosas para conservar a ciertas personas cerca de mi. Todas esas veces estuve equivocada. Y, a decir verdad, fueron muy pocas las veces que me sentí decepcionada, desde ese entonces ya sabía que una buena parte de los seres humanos son como fichas intercambiables. Sé que suena mal, me siento mal de decirlo, pero es la verdad, muchos incluso se comportan de esa manera, y me tratan como si yo, como ellos, fuera una ficha intercambiable. Ha pasado muchas veces antes, ambas cosas, que me traten como una y que yo los trate de la misma manera. No me gusta, nunca me gustó. Antes confiaba demasiado, ahora me cuesta trabajo imaginar un amigo para toda la vida. Tampoco me gusta eso. Recuerdo que de niña, siempre me sentí vulnerable. Y eso no cambió cuando crecí, cuando entré a la preparatoria y tuve que enfrentarme con el mundo por primera vez. Era una niña, más de lo que yo creía, mucho más de lo que me hubiera gustado saber. El que me lo dijeran sólo lograba ofenderme. No me arrepiento. Todavía, a veces, llego a encontrarme con gente de aquél pasado. Me causa un poco de gracia el que me traten como si siguiera siendo la misma de antes, como si creyeran que aún caigo en los mismos trucos en los que caía cuando era niña. Antes era más fácil que yo pensara que alguien valía la pena. No sabía leer a la gente, y todo lo que era verdad de ellos era lo que decían. En ese tiempo, no consideraba que la gente miente. Que muchos de los que dicen ser mis amigos, en realidad sólo quieren de mi una cosa. Tardé demasiado, más de lo que me hubiera gustado, en aprender a distinguir quién era quién en realidad, y a decir verdad, a veces todavía me equivoco. Eso, tampoco me gusta. No el no saber distinguirlos, sino el hecho de tener que hacerlo. El hecho de creer que tengo que hacerlo. Nunca fue fácil para mi, confiar en la gente. Tal vez nunca quise, siempre creí ser de porcelana. Que, mientras mi cuerpo es resistente y elástico, ágil, audaz, mi corazón está hecho de migajón, que me rompería fácilmente si alguien llegaba demasiado cerca de mi. Mi signo del zodiaco maya es Tortuga, y me enteré de eso después, mucho después de haber adoptado al animal como mi totem personal. Y tal vez me gustaría ser como una tortuga, tener su caparazón, ser dura y fría por fuera para mantener intacto mi interior, frágil. Tal vez lo soy y me gusta serlo... tal vez me escondo a propósito.

Razones para creer

jueves, 3 de febrero de 2011

Amistad

Los humanos deberían aprender de los animales, y no al revés...






















(Que me digan que sólo los humanos sonríen)