viernes, 24 de junio de 2011

Cherry blossom

No recuerdo cuándo fue la última vez que comencé a escribir sin tener idea de qué es lo que quiero decir. Tenía tiempo también que no abría la ventana para ver llover, y hoy hago esas dos cosas como si nunca lo hubiera dejado de hacer. También encendí un cigarro y fumé casi bajo la lluvia. También eso lo extrañaba. Supongo que traté de olvidar un poco de quién era, de quién sigo siendo. Quise pensar que cambiaría de la noche a la mañana y a penas hoy me di cuenta de que las cosas simplemente no pasan así, de la nada. No, nada fue así, de la nada, no esperaba que lo fuera. Se me olvidó quién soy por un momento, se me olvidó que tuve mis razones para convertirme en la mujer que soy ahora, para dejar atrás a la niña que fumaba porque era poético, que traía las uñas pintadas de negro y el cabello rosa para llamar la atención. Sí, sé que dije que no lo hacía por eso, pero supongo que todos en algún momento debemos llegar al punto de reconocer nuestros nuestros desatinos, nuestros errores. Y supongo también que aquél que no lo hace seguirá siendo un niño por siempre. No, tampoco digo que ya no soy una niña, aunque eso sea lo que quiero creer.  Lo que digo es que ya no quiero ser esa niña, que si por alguna razón debería destacar, no es por mi cabello ni mi forma de vestir sino por lo que soy, porque debo ser la mejor aunque los demás no lo crean, que debo al menos intentarlo, sabiendo que aún si no lo logro seguiré siendo yo y que pase lo que pase, no me dejaré vencer por la vida. No de nuevo, no puedo dejarme caer, no otra vez, no pienso hacerlo. Y no pienso tampoco seguir sola por este camino que la vida puso bajo mis pies. Me tardé tal vez demasiado en comprender que, aunque la soledad sea cómoda, siempre será triste. Tienes que entender que pasé sola mucho tiempo y que es difícil para mi acostumbrarme, hacer espacio en mi vida para alguien más, sea amigo, pareja o familiar. Estoy acostumbrada a estar sola y quiero cambiar eso. Estoy acostumbrada a vivir por mi, para mi, como yo quiero y cuando yo quiero. Es cómodo, sí, but it gets really lonely. Y no quiero eso, no otra vez. Ya no quiero que me digan que soy una princesa, quiero tratar de tenerle fé a la humanidad de nuevo, aunque de nuevo me paguen con una mala moneda. Quiero arriesgarme a ser feliz otra vez, y no quiero hacerlo sola.



Would you come with me?

1 comentario:

Ros dijo...

aw, me sentí terriblemente identificada al leer este post.
Y también reí de cuando mi cabello era verde, pfff.