viernes, 21 de octubre de 2011

Como muñeca rota



A veces el mundo se me escapa, y a mi me da por dejar de respirar. Se me olvida, como se me olvida el mundo. A veces se me olvida que el mundo no se detiene en mi ausencia. Días como este en que me siento perdida comienzan a volverse habituales, y yo no lo quiero así. Alguien me dijo que uno, como ser humano, debe aprender a volar sobre los barrancos en lugar de aventarse a ellos, con o sin paracaídas. Ha de ser que no soy muy buen humano, puesto que no he nacido con alas. Conozco un par que sí, y te diré que no los envidio (o tal vez sí?). Lo que no le dije, pero sí pensé, es que el problema no es cómo caes, sino que mientras más profundo caigas, más difícil será volver a salir.

En esta noche, algo gélida y silenciosa, algo hay que me hace pensar que no debería tener por qué sentirme sola, y sin embargo lo hago. Eso me hizo recordar cierto blog en que algún día hace muchos años leí que cierta persona que alguna vez quise, tenía frío y se sentía solo. Recuerdo poco del escrito, pero jamás podría olvidar esa canción. Hace unos días quise escribir su nombre y me di cuenta de que casi lo había olvidado, y eso me puso a pensar que tal vez sí es posible olvidar algo a propósito, borrar algo de tu mente cuando ya no te es necesario, dejar ir todas aquellas cosas que nos hicieron sufrir y llorar, olvidar al mundo cuando el mundo duele demasiado. Y me estaba preguntando qué tan correcto sería... después de todo, ¿Para qué se haría alguien un tatuaje que luego podría quererse quitar? ¿Para qué alguien querría vivir en un mundo que duele?



Hay decisiones que afectan vidas enteras, como tatuajes, pero en el alma. 
Son esas las decisiones que me gustaría que alguien más tomara por mi.

2 comentarios:

Pinchesendic dijo...

estas letritas bien podrías plasmarlas en Escribicionistas, tu blog que tienes muy en el olvido como al mundo. Regresa, porfa

Aseret dijo...

Porque si esperas que sólo ocurran cosas buenas pero no haces algo al respecto, la vida te pasa de ladito y te quedas con nada, ni bueno o malo.

Cuando siento que el mundo me duele demasiado es porque me he olvidado que este mundo es enorme y me he quedado varada en un mismo punto.

Un abrazoo...