viernes, 25 de noviembre de 2011

Te propongo un reto

Vé a tu librero más cercano, toma un libro al azar y comienza a escribir usando como primera palabra, la primera palabra de ese libro que elegiste al azar. No pienses en qué escribirás antes de poner las manos en el teclado, antes de tomar la pluma. Limítate a ser un mero espectador en la creación de una obra que alguien más creó por tí, de algo cuyo comienzo se basa en el proceso intelectual de alguien a quien quizás nunca siquiera verás en persona. Hazlo, y luego me dices qué pasa.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Mirando por la ventana



Había olvidado lo que es esperar en la ventana, esperar a verte llegar. Había olvidado cómo se sentía estar enamorada. Y es extraño, extraño como besar por primera vez, ponerme nerviosa cuando te veo, emocionarme de oir tu voz. Es extraño y debo aclarar que no me gusta. Pero aqui sigo, mirando por mi ventana, pensando que cada coche que pasa podría ser tu chevy blanco, que cada humano que camina por debajo podrías ser tú. No me gusta sentirme como una niña, porque nunca antes me había sentido así. Y cada cinco minutos invade mi mente el pensamiento de que debería estar haciendo algo más, de que estoy perdiendo el tiempo y tengo cosas que hacer; pero mi cuerpo no responde. Y miro la pantalla de mi lap a momentos y a momentos me asomo a buscarte. Y el corazón se me escapa por la boca cuando pasa un chevy blanco, y luego duele un poco cuando me doy cuenta de que no eres tú. Y luego persigo con la mirada dos mariposas blancas que se persiguen una a la otra y te sigo esperando. Y luego pasa otro chevy, tardo demasiado en darme cuenta de que ni siquiera es blanco.

Dijiste que vendrías pero no dijiste a qué hora. No te dejaré volver a hacer eso.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Agua

Podrías cansarte de mis ojos llorosos que te dicen que te necesitan, cansarte de mi silencio eterno, de mi falta de ganas de ponerme de pie. Me ha pasado antes, ser, sentirme, creerme una carga. He escuchado las voces fastidiadas de mis amigos por teléfono que dicen "voy para allá" como diciendo "chingadamadre, otra vez?!" Me ha pasado antes, me ha pasado mucho. Puse una flor y un fondo morado porque me dije que ya no escribiría cosas tristes, ya no, ya no puedo. Pero esta mañana mi pequeña flor de cerezo es la única que no me dice "¿Otra vez estás llorando? ¿No te cansas?". No, ella sólo se sienta y escucha como nadie más lo sabe hacer. No había escrito en semanas, no porque no quiera, no porque no lo intente, sino porque cada vez que pongo las manos en el teclado no puedo evitar llorar. Y escribo post lastimosos que no quieren ser leidos. Así que prefiero el silencio, silencio como agua de lluvia que se arrastra hasta la coladera y se esconde de las calles de la ciudad, porque esta realidad duele demasiado. Yo soy agua de lluvia, siempre lo he sido. Pero hay días en que lluevo sobre campos amarillos, sobre rostros que sonríen, que se alegran por el agua fresca. Hoy no. Hoy soy agua de coladera.

Podrías cansarte de mis letras tristes que no quieren ser leidas, yo lo sé. Podrías cansarte de esa manía mía de guardar silencio cuando no tengo nada interesante qué decir. Podrías pensar que soy aburrida porque no tomo, porque no fumo, porque no como carne roja, porque no voy a antros, porque no me desvelo. Pero aprendi que aquél que se cansa de tus paranoias, de tu silencio, de tu falta de vicios, de tus ganas de llorar, aquél que no está contigo a pesar de todo, no es tu amigo. Y entonces, prefiero el silencio.