martes, 30 de julio de 2013

God is in the rain

El otoño no comienza cuando comienza, sino cuando yo recuerdo que viene. Cuando en algún momento las nubes se pintan de colores, naranjas, rosas, aunque sea por un instante, aunque sea de un sólo color. Pero nada como mis nubes de otoño. Ese sol que entibia pero no quema, suave brisa dorada que suele volverse aironazo. Me pregunto qué habrá sido de aquél chico que lo amaba tanto como yo. Él pensaba que era naranja, no dorado. Me hacía sentir incómoda pero no podía evitar hablarle, llamaba mucho mi atención. Tenía detalles conmigo, me decía que eran esas cosas las que hacía la gente como él para tratar de hablar con personas como yo. Nunca me gustaron sus cigarros, y vaya que se esforzaba por que así fuera. Me pregunto qué habrá sido de tanta gente con la que alguna vez crucé caminos, me pregunto si me reconocerían si me vieran caminando por la calle. ¿Alguna vez has visto V de Venganza?, tal vez me pasa como a Evey, y es que ya no tengo miedo.

Decidí aplazar este cambio, esta "vida nueva" que me propuse, para disfrutar de el tenue eco que aún queda de esta adolescencia agonizante, que pretendió ser adultez prematura. Qué tonta fui. Todos los niños, los muy niños, dicen que quieren ser ya adultos, y juegan a serlo. No sé si a eso le llamaría desperdiciar la niñez, no sé si es lo mismo que hice o traté de hacer cuando era más joven. No, no creo ser vieja, no lo soy, pero a veces me pregunto si la gente a mi alrededor me ve como la niña que parezco ser o como la mujer que amenazo en convertirme. Es curioso, tengo hoy más o menos la edad que tenían todos mis amigos cuando yo tenía 16, es raro, muy raro, escribir y pensar las mismas cosas que escribían y pensaban ellos cuando tenían mi edad. Me pregunto qué habrá sido de tantos ellos, a dónde habrán viajado, si se habrán quedado, si cumplieron sus sueños o no, si hoy están casados y con hijos o no, si... no sé... tantas cosas que podrían haber sido. Si recordara cómo se llaman un tercio de ellos, otro tercio fuera a responder mis mensajes y el otro tercio no hubiera cambiado sus apodos.No me ataré al pasado, no los buscaré ni pretenderé que me escuchen, es mera nostalgia, simple curiosidad.