viernes, 14 de marzo de 2014

Alcohol e ingenuidad

Las noches se han vuelto frustración, ganas de hacer de todo, de volar, tomar, fumar, hacer que esta vida parezca en realidad viva. Quiero volver a sentirme como la adolescente estupida que fui y nunca crei ser. Tiene sus ventajas la ignorancia, esa libertad segura, esos dias en que todo estaba en su lugar y yo no me di cuenta, todo ese tiempo desperdiciado. Tenía una madre que me cuidaba cada dolor de garganta, un poodle que me amaba, un techo seguro y una bicicleta. Qué mas podia pedir, pedi demasiado y no me di cuenta. No puedo culpar a nadie ás que a mi. Me doy cuenta de que estoy borracha cuando empiezo a morder los cigarros y fumar más de lo que puedo y deberia. Extrañaba perder el piso, debería hacerlo más seguido. Tal vez si no me limitara tanto tendría más amigos, más historias qué contar, más "bixianécdotas" qué recordar. Comienzo a creer que es posible que uno sea más bien lo que es cuando está borracho, lo que me lleva a preguntarme quién soy en realidad. Cuando estoy así bailo, río, juego, cuando no, soy una vieja mamona aburrida como cualquier otra. Extraño quemar mi restirador por accidente con marcas de cigarro y el olor a marihuana mezclado con cerveza. Me extraño a mi misma y lo que era cuando fui libre, ese par de veces en que me sentí realmente libre. Ya ni siquiera lloro como antes.

No hay comentarios: