tag:blogger.com,1999:blog-4127168142731657542024-02-07T15:11:31.106-06:00The beautiful mess insideVioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.comBlogger291125tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-63153169605650403732015-06-19T11:35:00.001-05:002015-06-19T11:35:48.853-05:00Entre nubes desconocidasMe gusta decir que cuando uno viaja no es para conocer sino conocerse. Cuando uno está lejos de lo conocido, todo cambia excepto aquello que permanece, y es eso que permanece lo que es uno en realidad. Cuando todo cambia afuera, lo que no cambia adentro es la escencia, el corazón. Así que ahora me encuentro -o me desencuentro- entre nubes desconocidas.<br /><br />Muchas veces soñé que volaba, que lo intentaba, pero en los cables eléctricos de la ciudad me enredaba, me daba miedo, perdía el control. Y entonces volvía al suelo ahí donde no hay magia pero todo es cómodo y conocido. Jamás olvidaré el momento en que vi por encima de los cables, subida por primera vez en un avión y camino a Chile. Me mintieron, las nubes desde arriba son más bellas de lo que me contaron. Al fin extiendo las alas, grandes y libres, aquí en Chile los colibríes son grandes, vuelan en pareja y los cielos son más azules. Y sonrío, me entristezco, río con más ganas que nunca.<br /><br />Soñé otra vez que volaba, una de mis primeras noches aquí. Pasaba entre los cables, miraba hacia abajo las nubes, aterrizaba con la gracia de los colibríes en las ramas. Pero volviendo a la tierra noté que el lugar que amé ya no era el mismo. Era una casa vieja y sucia, ya no era cómoda ni conocida. Nunca hubo magia donde creí, tal vez será que ahora me toca inventarla.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-5858433667803025462015-05-07T22:44:00.001-05:002015-05-07T22:47:42.985-05:00No quería tener que dormir hoySupongo que tiene más que ver conmigo que con ellos.<br />
<br />
Tengo miedo.<br />
<br />
¿Hace cuánto tiempo que no te desvelas?<br />
<br />
Desde que no hay quien se desvele contigo.<br />
<br />
Ya no quiero volver al pasado. Quiero ir hacia adelante.<br />
<br />
Pero hay cosas que nunca cambian<br />
<br />
Hay cosas que aún no cambian.<br />
<br />
No quería tener que dormir hoy.<br />
<br />
No puedo pedir que estés siempre que te necesito. No debería necesitarte.<br />
<br />
No debería necesitar a nadie.<br />
<br />
Extraño cuando tenía amigos a los que no les importaba lo que "debería ser"<br />
<br />
Extraño las noches en vela, sólo la luz de la pantalla, la música y la buena compañía.<br />
<br />
Quiero una cerveza.<br />
<br />
Life is a beautiful bitch.<br />
<br />
Life is a bitch.<br />
<br />
Quiero ron con cocacola y un cigarro. Maldita sea.<br />
<br />
Me siento sola. Hacía tiempo que no me sentía sola.<br />
<br />
No tanto, en realidad. ¿Cuánto es mucho o poco tiempo?<br />
<br />
Sé que no me dejarías, mas que a ratos.<br />
<br />
Sólo cuando más te necesito.<br />
<br />
Pero no debería necesitarte.<br />
<br />
No quería tener que dormir hoy.<br />
<br />
Salí a buscarte después de que te fuiste, detuviste el coche. Pensé que me habías visto, luego te fuiste. Me quedé ahí parada a la mitad de la calle en la tormenta.<br />
<br />
No hay tormenta aquí dentro. Hay murmullos, neblina, pero no tormenta. No hay ni rayos que iluminen.<br />
<br />
A veces todavía me dan ganas de rendirme.<br />
<br />
Sé que no me dejarías.<br />
<br />
No sé cómo ser tu fuerza, cuando no consigo encontrar la mía.<br />
<br />
Quería decirte eso hoy, quería que te quedaras.<br />
<br />
Quería decirte que hoy amanecí con miedo, que no se me quitó en todo el día.<br />
<br />
Pero sabes bien cómo deben ser las cosas. Te pareces un poco al hombre del traje gris.<br />
<br />
No quería tener que dormir hoy.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-62407935580624386632015-05-01T16:40:00.001-05:002015-05-01T16:42:55.328-05:00A snowflake falls in mayHe procurado no prestarle demasiada atención. Digo, es imposible, lo sé. Pero trato de no clavarme en el pasado, de dejar ir todo lo que fue, a pesar de que nunca dejaré de extrañarla. Mañana será un año, y aún escucho sus gritos de dolor de sus últimos días. No tolero estar en mi casa, pero no sé qué hacer. Una parte de mi me dice que sea fuerte, que me quede a trabajar como se supone que debería estar haciendo. La otra me dice que escape, que llame a mi novio y le pida por favor que me lleve al cine. Y hacía ya un par de meses que no lloraba así. No es la primera vez que pasa, que justo cuando siento que comienzo a estar mejor, algo pasa y me vengo abajo. Tengo miedo de cómo amaneceré mañana, con los recuerdos de los amigos que vinieron a verla, los que viniveron a verme a mi, el caldo de res que sabía justo como el de mi abuela y el momento en que entré a su cuarto, como sabiendo de alguna manera que justo entonces respiraba su último aliento. Todo mundo corría y gritaba, lloraba, rezaba. Yo no entendía por qué tanto alboroto, semanas antes ya todos sabíamos que iba a pasar. No, en realidad, me duele más justo ahora, cuando después de tanta gente que pasó por la casa, por el funeral, por el teléfono, etc, sólo su hermana y sus hijos saben qué día es el dos de mayo. Aún tengo ropa suya en mi closset, un año después caí en la cuenta de que, la verdad, es que nunca voy a usarla. Ya no huele a ella, ya no quedan sus cabellos rizados entre la ropa de la lavadora, ya su perfume huele más a mío que a suyo. Y su voz, ya no escucho su voz. La recuerdo, un eco, pero ya no tiene forma. Y la extraño tanto. <br />
<br />
Me pregunto si ella me lee, si ella sabe. Después de todo el enojo y la culpa, como que va quedando solamente el dolor.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-85394942829623824432015-03-13T02:57:00.001-06:002015-03-13T02:58:39.754-06:00El colibrí que se creyó tortuga (Lluvia de recuerdos)<i><span style="font-size: x-small;">(Eterna soledad, Enanitos Verdes)</span></i><br />
<br />
Recuerdo una niña escribiendo en un cuaderno scribbe de portada de plástico, cuadro chico. Era rojo, y en la portada decía algo, con letras negras, no recuerdo qué. Y recuerdo que escribía porque tenía miedo de crecer y olvidar cómo se sentía ser una niña, de convertirse en uno de esos adultos que le rompieron la infancia, de perdonar a esos niños que le rompieron el alma. Pero esa niña no era yo. Recuerdo que se pintaba las uñas de negro aunque en la escuela estuviera prohibido. Se escapaba del mundo, se creaba uno para ella sola, uno hecho de hojas de cuaderno tamaño francés cuadro chico, se montaba en sus barquitos de papel y viajaba lejos. Soñaba con volar, sólo soñaba porque no sabía que tenía alas. Qué ganas de decir que era tonta; no lo haré. Era triste y le gustaba serlo, nadie la entendía como nadie entiende a los adolescentes. Y tenía miedo, yo creo que justamente a eso, alguna parte en su interior sabía que venía una tormenta. Y yo no sé por qué temía tanto cuando, incluso antes, su vida siempre fue una gran tormenta. La cosa es que tenía miedo y no sabía que lo tenía. Tampoco sabía qué era el miedo. Era un colibrí que nunca se había visto en un espejo, y confundió sus plumas con aletas, sus alas con caparazón.<br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(Eran tres canciones, Eterna soledad, Knockin on heavens door de Avril Lavigne... la tercera va aquí y no logro recordar cuál era.)</span></i> <br />
<br />
Me recuerdo sobreviviendo a base de cerveza y café. El pelo pintado de rosa, odiando al mundo y sabiendo que el mundo me odiaba a mi. Qué más daba ir dejando la vida en cada bocanada de humo, sangrar de vez en cuando para recordar que estaba viva y también, que podía morir. Que ahí estaba mi amiga en la esquina de la habitación, contando milímetros, encendiendo cigarros, abrazando mis ausencias, mis vacíos, mi muerte. Me recuerdo disfrutando el humo que me quitaba la vida.<br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(Entre pairos y derivas, Fernando Delgadillo)</span></i> <br />
<br />
Y recuerdo a quien me dijo alguna vez "Me duele más a mi que a ti cuando haces eso". Lo intentó, lo sé, le agradezco, pero no logró repararme. A veces todavía me pregunto si se acuerda de mi o más bien, por qué o cómo me recuerda. Podría buscarlo, preguntarle qué fue de su vida, contarle qué fue de la mía, pero no lo haré. Comenzamos a andar un 29 de norecuerdoquémes, y recuerdo haberlo dejado el día 24 de febrero, porque febrero ese año no tenía día 29<span style="font-size: x-small;"><i> entre otras varias cosas.</i></span><br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(The scientist, Coldplay)</span></i><br />
<br />
Todavía tengo los pinceles que, cuando tenía quince años, me pidieron como parte del material para aprender a pintar en acuarela. Qué rara es la vida, que me abrió tantas puertas, tantas que yo misma decidí cerrar. Y recuerdo también al joven rubio de ojos azules que me hizo ver la vida
con otro cristal y luego, así sin más, me olvidó. Nefi Alejandro, sí.
Baron, sin acento, austriaco o algo así. <span style="font-size: x-small;"><i>Nobody said it was easy, no one ever said it would be this hard.</i></span> Y a los niños que me enseñaron qué no es un amigo, tal vez que está bien y es normal que los amigos abandonen.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="font-size: x-small;"><i>(La canción más hermosa del mundo) </i></span></i></span><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i>Y te recuerdo a ti, también, por si pensabas que no.</i></span><br />
Y mis manos temblorosas conociendo la suavidad de las tuyas cuando en un café en norecuerdoquéesquinadeCoyoacán me ayudaste a encender un cigarro. Yo no podía, y tampoco podía tomar la cantidad de alcohol que pusiste en mi café. Nunca te pregunté pero creo que es muy obvio que notaste que había estado llorando. Lloraba mucho en esa época, y a veces me pregunto si fue por eso que fuiste tan cobarde. Porque lo fuiste, lo fuimos, lo seguimos siendo. Me sería tan, pero tan fácil encontrarte; no lo haré. Tampoco gastaré lo que queda de mi noche tratando de enlistar las veces que volviste a mi vida para después desvanecerte entre las sobras, y de luego renacer de entre los muertos y volver a morir para volver de nuevo.<br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(Nocturnal, Alejandro Markovich)</span></i><br />
<br />
Sé ahora que el mundo funciona a base de espejos, que no vemos lo que vemos sino que lo creamos, pero no lo sabía cuando creé al chico aquél de ojos tristes y voz extraña que me enseñó el verdadero significado de las noches en vela y de la tristeza. Y tanto de música, y nada de música.<span style="font-size: x-small;"><i> </i><span style="font-size: small;">A él tal vez lo buscaría, para preguntarle el nombre de un par de canciones, pero no lo haré porque no sé cómo.</span><i> </i></span><i><span style="font-size: x-small;">(Fast car, Tracy Chapman) </span></i><br />
<i><span style="font-size: x-small;"><br /></span></i>
<i><span style="font-size: x-small;">(Delirium Tremens, Sabina y Páez)</span></i><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i><i><span style="font-size: x-small;">(Yellow ledbetter, Pearl Jam)</span></i> (Stranged, Guns & Roses)</i></span><br />
<br />
Ya estaba en Pakal cuando pasé poco más de un mes sin comer en la escuela para comprar mi restirador. Creo que no lo pienso demasiado, pero la verdad es que le tengo mucho cariño. Podría prescindir de la cama, del tocador, incluso del librero blanco, pero el librero pequeño y el restirador con su banco llevan encima mi vida, las marcas de quemaduras de cigarro y los eventuales derrames de pintura, de agua. <i><span style="font-size: x-small;">(Quien fuera, Silvio Rodriguez, La canción de los buenos borrachos, Sabina y Páez)</span></i> Llevan mis noches en vela y el recuerdo del olor del alcohol, de las botellas escondidas debajo de la cama y los cigarros robados. De todos los poemas, de todas las lágrimas, del olor de la noche y la luna disfrazada de farol. De las gotas de lluvia que bañaban mis recuerdos y los llevaban allá arriba, lejos, entre las nubes de algodón de dulce que nunca me atreví a tocar.<br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(Nothing else matters y Whiskey in the jar, Metallica)</span></i> <br />
<br />
Recuerdo que me aterraba mi naturaleza de ave y que me prohibía volar por encima de los cables de luz, demasiado alto, porque mientras más alto vueles, más grave es la caida. Así que me refugiaba en un intento vago de tocar la guitarra, en las notas torpes y desafinadas de mi Nanilka y en un mundo de adultos al que no pertenecía. Pero es que tampoco pertenecía a ningún otro mundo, y así, perdida, encarcelada, se me fue la vida.<br />
<span style="font-size: x-small;"></span><br />
<span style="font-size: x-small;"></span><br />
<span style="font-size: x-small;"></span><br />
<span style="font-size: x-small;"><i></i></span><br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(Yellow, Coldplay)</span></i><br />
<br />
Y recuerdo también al carcelero, con una mezcla de odio y agradecimiento, un poco de hastío y miedo. Aprendí tanto, pero tanto con él, a cerca de tantas cosas y de tantas maneras. Aprendí de todo menos a volar, como se supone que a esa edad aprende un colibrí sano. Aprendí de tipos de jaulas y mucho de seguridad <span style="font-size: x-small;"><i>dependencia</i></span> y de lujo. De música, de arte, de la vida y del encierro.<br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(Bedshaped, Keane)</span></i><br />
<br />
Yo quería aprender de arte cuando entré a la ENAP, por la mala, a la fuerza. En realidad quería contemplar las nubes y las jacarandas. Qué tonta fui pensando que las nubes de algodón de dulce sólo flotaban por ahí en otoño; era primavera cuando las descubrí. Recuerdo al niño del que me enamoré pensando que me enamoraba de él cuando en realidad buscaba <i>su</i> recuerdo. Y el olor de la pintura del que también me enamoré sincera y permanentemente; el mundo tan bello que descubrí saliendo de mis manos, de mis lápices, de mi aliento, mi pasión, mi vida.<br />
<br />
...<br />
<br />
Y luego me recuerdo muriendo. Al idiota que no fue capaz de mentirme para aliviar mi muerte y el torbellino negro, a la mujer que siempre desaprobó todo lo que yo hacía y a mi madre, ahí junto a mi fingiendo calma. <span style="font-size: x-small;"><i>Ay, mamá, si hoy pudiera decirte... </i></span>A Gerardo nervioso y haciendo sus tonterías habituales, y chorros de sangre que no ayudaban a subirme la presión Me recuerdo muriendo arrepentida de haber querido morir. <i><span style="font-size: x-small;">me pregunto si tu también te arrepentiste en su momento</span></i>. Y también, me recuerdo decidiendo vivir.<br />
<br />
<br />
<br />
(Mañana sigo)<br />
<br />
Dejar de comer carne<br />
Curso de deeksha<br />
Clases de cábala<br />
mandalas <br />
Morir de nuevo yemaya asessu<br />
Retiro a los 21 en agustinillo La mariposa<br />
Ludwing (Angel, Sarah McLahan)Raindrops<br />
Maestría Reiki y la pancita de Guimel <br />
UAM Gabriel personaje<br />
<br />
Tlaxcala, Gabriel, te extraño <br />
A veces me pregunto si piensas que no te extraño, que no pienso en ti
para nada y que nunca tengo ganas de llamarte. La verdad es que sí, te
extraño, te pienso. Nunca te dije que te quería, que me agradaba tenerte
a una distancia prudente, ni muy cerca ni muy lejos, como todos mis
amigos. Así soy, nací ave, no puedo evitarlo. Hoy estuve pensando en ti,
entre otras muchas cosas. Me conoces, nunca dejo de pensar y a veces me
canso un poco. La cosa es que te extraño ya veces quisiera buscarte.
Pero también, no lo haré.<br />
<br />
Merak Yo te seguiré (Al final no podía seguirte.)<br />
Dejar la UAM, abandonar la vida? Rush of blood to the head<br />
Mamá<br />
Alde (I am yours) vivir mi futuro contigo, envejecer juntos <br />
Dejar la pared, conservar la ardilla.<br />
Darse cuenta de que se nació colibrí, amar a los gusanos (Gusanitos medidores)<br />
La tercera muerte Miedo o aventura<br />
<br />
<br />
Hay días en que todavía siento ganas de volver al humo, noches en que quiero perder el piso, honrar mis noches de poesía y alcohol con un poco de ron con cocacola y letras desordenadas. Pero ya no es tiempo. No. Llegó la hora de dejar atrás my beautiful mess inside. Es tiempo de ordenar las letras, descorrer los velos, matar a los muertos y volar de nuevo, esta vez, probar al fin sin culpa ni miedo las nubes de algodón de dulce que siempre estuvieron ahí, como el camino bajo mis pies, pero que nunca me atreví a mirar hacia arriba.<br />
<br />
<i>Bye bye beautiful.</i><br />
<br />
<i><span style="font-size: x-small;">(Somiatruites, Albert Plá)</span></i>VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-70099903082557634822015-02-24T19:39:00.003-06:002015-02-24T19:41:36.762-06:00El colibrí que no aprende a volarYa vinieron a llevarse los rostros tristes de mi pasado. Dos bolsas negras y una caja grande llenas de recuerdos, de etiquetas que no fueron mías desde el principio y una que otra cosa vieja que no valió nunca nada y vale aún menos ahora. No supe cómo hacer que se llevaran también mi tristeza, pero me dejaron la ardilla en la pared.<br />
<br />
Y yo me siento tan idiota. ¿Qué será de mi?, de mis miedos, mis tragedias. Estoy cansada y tengo miedo, estoy cansada de tener miedo. Y de no ser capaz de volar sobre los cables y encontrar mis nubes de algodón de dulce. ¿Te conté ese sueño?, cierto sueño recurrente que tengo en el que vuelo pero me da un miedo terrible subir más alto, caerme. así que me enredo entre los cables de luz y al final no vuelo. También estoy cansada de las pesadillas, y de los monstruos. Esos malditos monstruos. Y ya no sé qué pedirle a la vida. Ya no sé cómo escapar, no sé cómo aprender a volar. Ya no sé si quiero aprender a volar.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-45576995822134731142015-02-08T23:26:00.002-06:002015-02-08T23:29:18.433-06:00La tortuga que aprendió a volarHay días en que no sé si soy pez o colibrí o quiero volver a ser tortuga. Qué maldita vida la mía, hoy más que nunca creo que me hubiera gustado nacer en una familia normal, pensar como la gente normal y ser como la gente normal. ¿Qué sería de mi si desde niña me hubieran informado que las niñas no se suben a los árboles?, y deben saber maquillarse, caminar con tacones, pintarse las uñas, peinarse y ser bonitas para los niños. Será por eso que hasta la fecha no tengo muchos amigos, menos amigas.<br />
<br />
Yo crecí en las copas de los árboles, compitiendo con mi hermano por la futa más dulce. Como su igual pero al mismo tiempo bajo su sombra. A veces siento pena por él, que siempre fue el mejor, el más brillante, el consentido, y ahora de pronto ya nadie ve que sea tan genial. Ni siquiera él, mucho menos yo. Creo que lo entiendo, hasta cierto punto, supongo. Siempre fuimos muy parecidos, a la vez opuestos. Y me enferma verlo perdiendo su tiempo entre la basura de su cuarto, rendido, hundido, cómodo en su papel de víctima. Me enferma pensar que yo pude haber sido él, supongo que lo que odio de él, es ver mi propio reflejo, rendida, tirada en el piso de mi cuarto intentando hacer que mis músculos reaccionen, arrastrándome hacia la cama y soñando con que alguien pueda venir a rescatarme. Sintiéndome sola en el mundo, sintiéndome vencida por la vida, derrotada y lista para cortarme las venas. Y me odié, odié mi debilidad y mi falta de fé, me odié porque sabía que yo era mejor que eso. Y, por alguna extraña razón, hoy odio que en esta ocasión el no sea mejor que yo. Soy la menor, se supone, él debería cuidarme a mi y no al revés.<br />
<br />
Los grandes maestros viven las peores vidas dicen, en el viaje del héroe, más de una vez se ve vencido y sin embargo se levanta, sigue luchando, a pesar de las heridas. Yo estoy cansada de eso, cansada del mundo, cansada de morir de pie. De ser yo y al mismo tiempo no tener ni puta idea de quién se esconde debajo de esta máscara de fortaleza. Tal vez soy débil, como mi hermano, tal vez nunca dejé de ser la torguga que se esconde en su caparazón porque es débil, débil y cobarde.<br />
<br />
Y sin embargo tuve aletas. Aprendí a nadar y amé la lluvia. Amé el mar y su silencio, las jacarandas. Amé como no saben amar los cobardes, como sólo los adolescentes ignorantes. Y qué miedo me da eso ahora, confiar como quien ama. O como quien cree que ama de a de veras y luego le rompen el corazón. Como quien no sabe lo que es amor ni la confianza y se deja encerrar, soñando con ser libre. En mis te amos también exhalo miedo, miedo de amarte y que luego resulte que eres como todos y algo no me estás diciendo, me traicionarás. Y sin embargo con la certeza de que no, de que tú eres diferente, demasiado bueno para ser verdad, demasiado increible para creerte. Y miedo de que mi miedo me lleve a perderte, y miedo de al final perderte, porque eras demasiado perfecto. Y tu miedo me da miedo también, y creo que aquí hay demasiado miedo para ser amor.<br />
<br />
Pero te amo, y te amo como no sabía que era posible. Te amo como adolescente pero con miedo, miedo de amar como nunca antes había amado. Miedo de amarte tanto que podría llegar al punto en el que muera si un día me haces falta. Y te amo, amo tu tibieza, tu mirada, tus abrazos. Amo tu sinceridad y la confianza que me da sentirme querida, respetada, contigo, te amo. Y te amé desde el primer día, te amo. Y te amo tanto que me das miedo. El amor nos hace vulnerables, y eso nos da miedo. El amor da miedo, pero el amor no es miedo. Es raro amarte, tanto como te amo.<br />
<br />
Y volar también da miedo, porque de niña me dijeron que la gente que vuela, vuela sola. Y que la soledad es mala, pero buena compañera. Que la soledad es triste, pero segura. Pero qué podría haber más inseguro que volar. La gente que vuela, puede caerse. Y sin embargo me enseñaron sus fotos de vuelo y me enseñaron a volar vuelos cortos y me enseñaron a sentir el viento y amar las nubes, nubes de algodón de dulce. Y me enseñaron volar, pero siempre por debajo de los cables. Me enseñaron a volar, pero me tiraron del nido demasiado pronto, con demasiada violencia. Crecí entre las copas de los árboles, como colibrí. Y ellos no tienen miedo, confían en que sus pequeñas alas son fuertes y vuelan lejos, lejos. Los colibríes disléxicos no nacieron para las oficinas. Yo no sé en qué estaba pensando.<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><i>Si me crecen alas, volarías conmigo?</i></span></div>
VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-49552657122709702222015-02-07T14:12:00.001-06:002015-02-07T14:12:05.831-06:00Canciones.Una vez le dije a mi mamá que me gustaba esa canción. Me dijo que era demasiado pequeña para entenderla, lo que no entendí fue su respuesta y por supuesto, tampoco entendía la canción. Pero era bonita y fue mi primer canción favorita. Habré tenido unos 6, 7 años.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i>(Aquellas pequeñas cosas, Joan Manuel Serrat) </i></span>VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-72911745436418993542015-01-22T22:18:00.001-06:002015-01-22T22:19:18.782-06:00Heridas y traicionesHay una niña de 15 años, pelo rosa y uñas negras, llorando, abandonada, herida, traicionada. Me pregunto qué fué lo que hice mal, y me respondo. Dejé que fuera muriendo poco a poco, después de tantas promesas, al final resulta que me dejé crecer. No leí el Principito suficientes veces, no fui capaz de dejarme tener faltas de ortografía. Y ahí está, la veo, burlándose entre lágrimas de mi patético intento de no verme como un godinez cualquiera llevando la bicicleta a la oficina. Me grita y me pregunta, ¿Por qué me has tracionado?<br />
<br />
¿Qué fue lo que hicimos mal pequeña? ¿En qué lugar del camino se nos olvidaron las promesas? ¿Cuándo fue que se nos perdió la dignidad? Podría culparte, ignorarte, tratarte como a la niña que eres y decirte que no lo entiendes porque no eres un adulto. Lo que pasa es que tú nunca has tenido hambre, y entonces me dirás con tus ojos tristes de siempre que te prometí que nunca tendría miedo. Que sería libre. Que conocería el mundo, que me dejaría ser artisra, que seríamos felices. Hoy me marchito encerrada en una oficina, vestida de gris, quieta y en silencio, como sólo los adultos saben estar.<br />
<br />
Hay una niña llorando, aquí dentro, muy muy dentro, que me pregunta una y otra vez si de veras dejaré ganar al hombre del traje gris. Y yo no quiero, no quiero, no quiero. No quiero que mis sueños queden sobre la repisa, tengo miedo. No quiero traicionarme, abandonarme, herirme una vez más, de maneras cada vez más creativas. Y el monstruo al que tanto temí no es más pequeño cuando me le acerco, esta vez, me ataca y muerde cada vez un poco más fuerte.<br />
<br />
¿Qué hicimos mal pequeña? ¿Cuándo fue que le agarramos tanto miedo a la vida?VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-37713010496765734362015-01-18T21:57:00.000-06:002015-01-18T21:57:03.881-06:00Hoy vi una jacaranda con flores. COn flores color violeta jacaranda. Y tuve por un momento la impresión de que tal vez era una señal, de que tal vez todo había terminado, de que tal vez todo va a estar bien.<br />
<br />
No sé si puedo contra este mundo. No nací para este mundo, este mundo estúpido, ilógico, mal encuadrado. Yo no sé cómo es que no se dan cuenta, como es posible que sen tan idiotas, cómo pueden creer que este mudno está bien así como está. Son simios amaestrados que caminan en dos patas y se creen mejores porquecreen que saben sumar dos mas dos. Son pendejos, todos ellos, son ciegos ignorantes, retrasados mentales, necios desalmados irracionales egoistas, son todo lo que desprecian y no son capaces de darse cuenta. Son ellos todo lo que odian y odian como i no hubiera un mañana. Y yo no quiero vivir en este mundo. Ya no quiero vivir en este mundo. Este mundo no srve. Hay que tirarlo a la basura y empezar de nuevo. Hay que tirarlo a la basura y caer en cuenta por fin de que la existencia es un error.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-2154676139984388922014-12-24T11:49:00.000-06:002015-02-12T20:04:45.603-06:00La ardilla en la paredEncontré una ardilla escondida sobre los libros que planeo regalar o vender, envuelta en un pedazo de gamuza azul, ahí, haciendo polvo en su rincón. Y me dio por limpiarla, devolverle su luz. La recuerdo colgada en no recuerdo qué pared en alguna casa de las tantas que he habitado, recuerdo también el día en que tuve que rescatarla de las ideas de mi madre de deshacerse de lo viejo para dar lugar a lo nuevo. Y no me había dado cuenta de que estos días he estado haciendo justo lo mismo con una voz detrás de mi que me dice "No, un día podrías volver a usarlo". No se trata de deshacerme de las cosas ni de los recuerdos, sino de avanzar hacia el futuro libre del pasado. No sé si abandono o simplemente perdono, perdono mi pasado, perdono mis errores, me libero de las cosas que creí ser pero hoy no estoy tan segura. No estoy segura de quién soy y ese es el problema. Tal vez sin tantas cosas qué cargar tenga una visión un poco más clara, más ligera. Y sin embargo me encuentro a mi misma limpiando la ardilla de la pared, ¿Qué simboliza más las ataduras con el pasado que una figurilla inútil y vieja que me hace llorar cuando paso el pincel por los pliegues?, me acordé tanto de mi madre, supongo que la entendí de cierta manera. ¿Pero qué se supone que deba sentir cuando es ella a quien busco dejar atrás?, mi infancia, mi adolescencia, mis recuerdos por valiosos o insignificantes que sean. Me hacen falta cajas, bolsas negras, para esconder lo que dejo atrás y evitar la tentación de regresar uno que otro libro a la repisa, para evitarme la pena de ver los rostros tristes de mi pasado saliendo de mi casa.<br />
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Me siento como flotando en el limbo, ya no habito esta casa que siempre sentí ajena, que nunca me atreví a decorar por miedo a construir demasiado en un lugar que sabía nunca sería mío. Y no entiendo a los que han vivido siempre en el mismo lugar, estoy segura de que no están concientes de la cantidad de cosas que van cargando a cuestas, que consumen su energía sin que se den cuenta. Y recordé de nuevo a mi madre cuando alguna vez me dijo "uno nunca sabe lo que tiene hasta que se cambia de casa". Y seleccionar de mi pasado lo que se va y lo que se queda ha sido un proceso de autoconocimiento muy interesante. Descubrí que le tengo tanto miedo al mundo exterior que escondo lo más que puedo al grado de que yo misma no sé quién soy, y que le tengo tanto miedo a mi interior que no soy capaz de sacar las cosas de sus repisas para descubrir qué tanto dejé detrás. Y es por eso que quiero tirar tanto a la basura, tengo tantas cosas que es inevitable que muchas se queden detrás de otras, escondidas de mi misma y del mundo. Estoy cansada de eso, estoy cansada de todos los libros que mis dos padres atesoraban y
cuidaban, de tantas cosas viejas que los definieron a ellos y que ahora
me hastía que me definan a mi, que no me dejan ver qué hay detrás, qué hay donde no hay nada y soy yo en esencia.<br />
<br />
Pero, ¿Qué hago con la ardilla de la pared? ¿Debería fríamente mandarla a las bolsas negras entre los rostros tristes?, ella no lo merece, es bonita y siempre me ha inspirado cariño. Y sin embargo tal vez mi madre tenía razón y tendría que haber dejado la casa hace ya muchos años. Pero la veo ahí, tendida sobre el restirador, con qué trabajo está modelada y pintada, es tan vieja que seguramente fue hecha a mano, es hermosa. Me sorprende, y un trabajo así no debería jamás romperse, recuerdos como ese deberían abrazarse, cuidarse como parte de uno mismo, hay recuerdos bellos que nos definen, e historias tristes que nos enseñaron a ser quienes somos. Te dicen "toma lo bueno y olvida lo malo", pero es en lo malo donde están las lecciones más valiosas, las que mejor se instalaron en el corazón, las enseñanzas que jamás olvidaremos. Me pregunto si es por completo inevitable que el pasado nos defina. Pero no puedo evitar sentir que no debería darle tanto valor, que las cosas son solo cosas como decía mi madre y debemos tratarlas como tal. Y que la ardilla no vale nada, que es sólo una ilusión, que el tiempo no existe y la ardilla existirá siempre tal cual como existe ahora, con sus ojos negros parecen mirarte, abrazando su bellota como diciendo "es mía y no dejaré que te la lleves".<br />
<br />
Yo creo que es hora de irme, que ya no tengo tiempo de esconderme ni de hojear páginas muertas del pasado ni de no saber quién soy. Tal vez mis tenis rojos, tan nuevos y tan viejos, sean quienes me señalen el camino de regreso a casa.<br />
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<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">Yo sé que es hora de volar, y los libros pesan demasiado.</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">Pero, ¿Qué hago con la ardilla en la pared?</span></i></div>
VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-83785136848841343742014-12-10T20:27:00.005-06:002014-12-10T20:27:48.860-06:00Empacar la vidaContemos.... 1... 2... 3... 4... 5... 6... .... sí, en mi vida me he mudado 6 veces. Y 7 es un buen número, es un número importante, es mi número favorito. Comenzaré por empacar las tortugas, antes, a cada una le tomaré una foto. Y lo haré no porque me vaya justo en este momento, empaque mis tortugas y les enseñe a volar, sino como un símbolo de que la casa en la que habito ya no es más mi casa. Volaremos pronto, sí, y me gusta pensar que comenzaremos una linda aventura. Tendrán una tabla más grande, donde quepan sin amontonarse, y tal vez una vitrina. Espero que no sean sólo ellas quienes estén más cómodas allá donde sea que vayamos a volar, espero que allá los cielos sean azules y haya más locos como yo que quieran volver a sentirse perros. Y quiero creer que mis alas son fuertes ahora y libres como nunca antes lo han sido. Volaré aunque no lo sean, volaré. Pero justo ahora no puedo evitar llorar de pensar en cómo será cuando mi hermano y yo nos repartamos lo poco que queda de una infancia feliz que se fue haciendo pedazos a golpe de muertes, de ausencias y de bolitas de papel. Cómo será cuando al fin en la puerta y con el camión listo nos demos un abrazo y volemos cada quién hacia su cielo, solos como nunca hemos estado antes. Tengo miedo, sí, pero le llamaré vértigo a esta adrenalina de comenzar una historia nueva, una historia donde sólo yo tenga papel y letras. Es triste, no lo negaré, ver una vez más, otra vez y hasta el cansancio, cajas de cartón que encierran todo aquello que por ahora creo ser. Pero ya veré cómo es que va saliendo la vida, por ahora tendré fé, y saltaré al vacío.<br />
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<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">iztapalapa 1</span></i></div>
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<i><span style="font-size: x-small;">1 </span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">iztapalapa 2</span></i></div>
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<i><span style="font-size: x-small;">2 </span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">coyoacán</span></i></div>
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<i><span style="font-size: x-small;">3 </span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">san pedro</span></i></div>
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<i><span style="font-size: x-small;">4 </span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">villa coapa 1</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">5 </span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">villa coapa 2</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">6 </span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="font-size: x-small;">huipulco </span></i></div>
VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-12909299464612326882014-11-19T23:24:00.000-06:002014-11-19T23:24:00.549-06:00Como los árbolesHay un algo que no termina de irse por completo. Un algo que duele, se acurruca en mi pecho y se niega a dejarme en paz. Sin embargo tropiezo con mis propios pies, me tambaleo, pero ya no caigo, no por completo. Este invierno no podrá vencerme. Me sé fuerte y sin embargo a veces me pregunto cuándo será el día, si llegará el día, en que me sienta de nuevo completa y feliz como creí sentirme alguna vez. Y no, no me considero desdichada. Es sólo que vivo con una sombra que me acecha y ataca si me descuido. Vivo en una lucha constante por mantenerme de pie, y cuando se gasta tanta energía en nada más levantarse de la cama, ya no quedan muchas ganas de hacer muchas otras cosas. ¿Pero qué le voy a hacer?, aquí sigo, de pie, como los árboles. De vez en cuando y por momentos tengo un poco de alivio, ya sea en sus brazos o en algún trance esporádico jugando con mis pinturitas. Salgo, río, tengo amigos, incluso a veces me divierto. Pero no tardo en darme cuenta de que la sombra sigue ahí, acechando. Es un perro negro y grande que ladra y si me descuido muerde. Pero no, yo sé que no podrá vencerme.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-19310120672470432982014-11-11T23:23:00.001-06:002014-11-11T23:23:05.457-06:00Te amoPor el amor y cuidado que te veo poner en las cosas que haces, por que no necesitas lujos ni vanalidades para ser feliz, por que contigo me siento libre de ser yo, por que amo cómo sonríes cuando bailas, por que sabes jugar como niño, por la ternura que siento cuando te veo dormir, la confianza que me da sentirme desnuda frente a ti, por que antes de saber de tu existencia ya era tuya una parte de mi alma.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-20949787868333039572014-11-09T21:32:00.002-06:002014-11-09T21:32:51.539-06:00If my life is for rent and i dont learn to buy, then i deserve nothing more than i get, nothing i have is truly minecómo ahogar el llanto cuando es él quien te ahoga a ti?<br />ahoga las palabras y las ganas de compañía<br />Hay cosas que ya no valen cuando tienen que rogarse.<br />Llega un punto en la vida en el que ya no sirve de nada esconderse en cajas de cartón, simplemente porque ya no existen cajas de tu tamaño.<br /><br />Alguna vez has tenido esa sensación de haberlo perdido todo?<br />de estar completamente solo en el mundo?<br />o de querer estarlo.<br />o ese punto en el que ya no sabes si lo que quieres es que alguien acompañe tus lágrimas o que tengan la decencia de dejarte llorar en silencio.<br /><br />Alguna vez has querido rendirte?, simplemente borrarte de la existencia.<br />simplemente nunca haber existido.<br />Alguna vez te has arrepentido de haber nacido?<br /><br />Vivir duele, crecer duele más.<br /><br />Te has parado frente al espejo y no has sido capaz de reconocer tu rostro?<br /><br />Alguna vez te has sentido homeless?<br /><br /><br /><br />hopeless.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />heartless.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-71645922298118051062014-11-07T16:10:00.001-06:002014-11-07T16:49:04.939-06:00La niña perroLe gustaba pensar que en otros cielos encontraría nubes de algodón de dulce, casas de galletas y chocolate, otros niños perro con los que pudiera jugar. La niña perro sonreía como sólo los perros saben, sin razón y sin sentido, aunque nadie la entendiera, sonreía de inocencia, reía de ignorancia. Pensaba que ser grande era ser libre, y no podía esperar para crecer. Pensó que nunca se le acabarían sus infancias de arrayán. Pero la sonrisa se le murió muy pronto, junto a su papá. Cuando sólo tenía 9 años, se hizo amiga de la muerte.<br />
<br />
El mundo le enseñó que era mejor ser tortuga que perro, que si te aislas, si te endureces, si te escondes, si apagas tu voz nadie puede lastimarte. Que la soledad es compañera, que en soledad, todo estaría bien. La niña tortuga se escondió en oscuridades que no le correspondían, y se sentó entonces en la mesa de un café a platicar con la muerte sobre la vida y la existencia. Ella le enseñó que en cada esquina hay una puerta de salida. Y le regaló algo parecido a la esperanza, sus contradicciones y sus armas, sus razones para seguir y sus razones para no seguir. A cambio, le pidió sus alas oxidadas y sus sueños. Antes no sabía que tenía alas, por eso no le importó perderlas. Y así, a la niña tortuga se le fue la vida, en su encierro, en su caparazón sumida en fantasías, ilusiones, mundos de papel.<br />
<br />
No sabría decir si fue ya tarde cuando vino una anciana a romperle su caparazón. Como pedacitos de cristal regados revueltos con lágrimas, lágrimas que se hicieron mares. Al salir, lo que quedaba de caparazón cortó sus pies, sangraron, de dolor se hicieron aletas, aletas de pez violeta jacaranda. Y el pez nadó y nadó, y conoció algo parecido a la libertad. Descubrió que el mar era grande, que había mucho qué aprender y aprendió. Aprendió del mar que las lágrimas eran luz disfrazada, que sus tormentos un día la harían fuerte, que sus fracasos la llevarían lejos, que la vida no es injusta y que era la infancia la que era libre. Y entonces volvió la muerte de visita, le propuso un trueque; Sueños y alas, a cambio de su madre. La niña pez dijo no, y no mil veces, y lloró de nuevo, y gritó, y de dolor, se le fueron secando las aletas. La muerte es sabia, mañosa y traicionera, pero como la vida, no es injusta. Las alas que se había llevado oxidadas volvían listas para volar y cargadas de mil sueños nuevos.<br />
<br />
Fue entonces que al pez, no le quedó más que hacerse colibrí.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-84517362196189178762014-10-25T00:23:00.001-05:002014-10-25T00:23:43.935-05:00Días líquidos <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlW8tBe8WwYUb3qPw71mRKwsyVcmsLoeq8BHHXHyDZcQPl9TxPenzh0G_th9sB2kkxiwdLYkd2kG3MMd9I28XkAF7WBnHUytHm4NHkKzsIS3z7_Q_yixatMFD0FjnSwLkIqrhUUK0cGT3R/s1600/IMG_7383.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlW8tBe8WwYUb3qPw71mRKwsyVcmsLoeq8BHHXHyDZcQPl9TxPenzh0G_th9sB2kkxiwdLYkd2kG3MMd9I28XkAF7WBnHUytHm4NHkKzsIS3z7_Q_yixatMFD0FjnSwLkIqrhUUK0cGT3R/s1600/IMG_7383.JPG" height="213" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglxmqE5_a83kIrXpDVTKqkTwmuugwU7MbxlZOOF445S7TZzEl3KPekp7OcmKYBFdhsJuc8Dlp8ucM-wvWYubbVzfVxDL7OVb07w875VvFGKBqHYJm7xIPdt12RzGYX5QUNrKIqB0EBzDHJ/s1600/IMG_7384.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglxmqE5_a83kIrXpDVTKqkTwmuugwU7MbxlZOOF445S7TZzEl3KPekp7OcmKYBFdhsJuc8Dlp8ucM-wvWYubbVzfVxDL7OVb07w875VvFGKBqHYJm7xIPdt12RzGYX5QUNrKIqB0EBzDHJ/s1600/IMG_7384.JPG" height="213" width="320" /></a></div>
<br />VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-72999781599798817152014-10-13T09:47:00.000-05:002014-10-13T10:36:52.232-05:00Instantes (Otra vez mamá)A veces se nos olvida que están muertos, los muertos.<br />
Y preparamos desayuno para cuatro<br />
llamamos sus propiedades como suyas<br />
pensamos en ellos cuando vemos algo qué regalarles<br />
vamos por la calle y pensamos "llegando a casa le preguntaré..."<br />
<br />
Y entonces, por un segundo están vivos<br />
un milésimo instante en el que sentimos la alegría<br />
la perspectiva de compartir con ellos<br />
de contarles cosas<br />
de regalarles cosas<br />
de comer con ellos.<br />
<br />
Instante que no dura;<br />
se lo come el recuerdo.<br />
<br />
Los vivos nos enfrentamos a la realidad<br />
de que se han ido<br />
de que nos dejaron<br />
sus cajones llenos de ropa, nuestras dudas<br />
la esperanza de verlos sonreir.<br />
<br />
Y mueren de nuevo,<br />
una vez más<br />
algo se rompe dentro de ti y sientes su agonía,<br />
recuerdas que no te despediste,<br />
vuelves a vivir el funeral<br />
y ese momento maldito en que caiste en cuenta<br />
de qué significa la muerte realidad.<br />
<br />
Ya no recuerdas sus cumpleaños,<br />
tus cumpleaños con ella,<br />
no volverás a escuchar historias de tu infancia,<br />
nunca podrás preguntarle<br />
si ese chico te conviene.<br />
<br />
En un instante la vida te arrebata<br />
lo que más querías en este mundo.<br />
Un instante que duele tanto<br />
que es capaz de arrancarte la vida.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-22724775528578331642014-10-13T09:31:00.003-05:002014-10-13T10:40:01.532-05:00Escribir de nuevoEs de idiotas pensar que somos todos iguales<br />
No somos todos iguales, no, estamos los rotos<br />
y están quienes nos rompieron.<br />
Yo no nací con el alma rota, fue este mundo maldito malencuadrado,<br />
fueron los muertos de trajes grises de dos botones y corbata.<br />
<br />
Quién sabe que es tu corazón quien baila y se derrama<br />
quién sabe que es no es tinta sino sangre vida lo que se gasta sobre el lienzo<br />
quién entiende a tus labios que se incendian si no escupen el veneno.<br />
<br />
Cómo esperar que sean ellos quienes aplaudan tus dibujos que no entienden ni valoran<br />
cómo creer que es sincero el halago de quien sólo puede contemplar su ego<br />
cómo exponer tu ser a quienes rompieron tu espíritu.<br />
<br />
Tal vez por la nostalgia de sentirte niña, vulnerable<br />
tal vez para mostrarles que sangraron tu cuerpo<br />
pero no lograron doblegar tu alma<br />
Tal vez poque hay quien entiende tus ojos de fuego<br />
que se negaron a callar su llanto.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i>Y escribiré de nuevo.</i></span>VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-52602726665649849412014-09-25T21:29:00.001-05:002014-09-25T21:30:13.345-05:00Wake me up when September endsAlgo mágico flota y se mece en el aire de Septiembre. No sé si es una vieja manía mía de amar lo que me hace daño o esa brisa dorada, reflejos de un sol cobarde que quema, entibia pero no calienta. Me gusta la palabra cobardía, significa que antes ya alguien fue así, como yo, y que no soy la única. Septiembre comienza a terminarse, igual que este año maldito, va muriendo poco a poco. Este año que a mi me olió a muerte desde el principio, a muerte y a frustración y a encierro. Mi recámara, que antes fue mi refugio, se ha convertido en mi cárcel, en el recuerdo cíclico e interminable de lo que ha pasado, de lo que he sentido, de lo que ha sido este año para mi. Se siente viciado el aire y huele raro, no como ese algo dorado de las tardes de este Septiembre que ya casi se acaba. En otros años, ha significado el final de la tormenta, el silencio, y hoy estoy de rodillas frente a Dios pidiéndole que, al menos eso, no cambie este año. Y la vocecilla en mi oido izquierdo no para de decirme que la niña no ha muerto, como que no entiende que pocas cosas matan niños tan fácilmente, tan rápido, tan de tajo como la desilusión, como la muerte de la esperanza. Así ha de ser como mueren todos los niños, como se van convirtiendo todos y cada uno en hombres respetables, y se enfundan en sus respectivos trajes grises, sus horarios de oficina y sus "así es la vida, ¿Qué le vamos a hacer?". A mi, alguien me enseñó que la vida no es así, y aunque luego se arrepintiera, yo le agradezco que me enseñara a escuchar las voces de las aves, el canto de los grillos y el llamado de la montaña, que me enseñara que existen formas de ser libre y de ser feliz, y que esas cosas sólo se logran cuando uno sabe vivir sin máscaras, cuando uno aprende a amar, simplemente, así sin más, amar. Amar como sólo los perros saben. Yo quisiera ser un perro y amar a todos por igual, vivir con la lengua de fuera, riendo todo el tiempo sin que nadie se preguntara por qué o me juzgara. Yo quisiera enseñarles a todos los humanos que es posible amar como perro. Y por eso a veces le creo a esa pequeña voz que me dice que la niña no ha muerto, que aún no se acaba el brillo, que aún hay vida en mi vida. Pero este año ha sido un septiembre largo largo, y llevo tanto tiempo encerrada en mi recámara que por momentos tengo la sensación de que no conozco en realidad el mundo exterior. Toda la casa está minada de recuerdos, de su rostro y su sonrisa, de sus fotos recordándome que estuvo viva, que no lo imaginé todo, que alguna vez alguien me arropó en la noche, que ya no está. Es el olor de la sangre y esa sensación de vacío que me causaban los gritos de dolor que me persiguen por la noche y que escucho cada vez que entro a su recámara, cada vez que me paro frente a mi closset, cuando entro a su cocina y cuando veo la silla vacía en el último lugar donde se sentó a comer con nosotros. Yo no sé si cuatro meses es poco o mucho, ya casi cinco. Sé que una noche es una eternidad y que las eternidades no se terminan con la muerte, sino que tal vez ahí es donde comienzan, donde comienza el silencio en el que ya no sabes si prefieres el balbuceo de la agonía o el silencio perfecto. Las noches eternas que temes que no se acaben cuando termine septiembre. Y sin embargo me veo a mi misma sentada frente a mi ventana, detrás de mi restirador, esperando a que algo mágico pase cuando termine septiembre y entonces, así sin más, pueda levantar el vuelo y dejar atrás esta cárcel, encontrar cielos nuevos donde ya no haya silencio y el aire dorado del otoño esté lleno de risas y de besos y de abrazos de este ser maravilloso que me puso la vida en el camino para ser la estrella que me guía en mis noches más ocuras, de los pocos que creen todavía que algo tan roto como yo es aún digno de ser amado.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-18807395453417861562014-09-02T11:23:00.002-05:002014-09-02T11:30:21.782-05:00Atacar la cima. SeptiembreLa verdad es que siempre tuve un pretexto, una mala excusa, una buena razón para no intentarlo, para no volar. Aún soy joven, lo sé, pero es extraño ver la vida cuando no creo haber estado viva antes. Creo que sobrevivía, que respiraba a penas, y que esa lucha por respirar me quitó demasiado tiempo, demasiada energía. No imagino que la vida hubiera sido diferente, creo que está en mis genes ser quien soy, el estar triste todo el tiempo, el trabajo que siempre me ha costado respirar, así es como nació este pez morado. Pero no se puede vivir así, ya no puedo. Hace dos semanas que se cumplió un año de que me dije a mi misma "mi misma, no puedes seguir esperando para vivir", tomé mi bici y me fui a Tlaxcala. Tantas cosas han cambiado desde entonces, yo he cambiado tanto, tan rápido. Este año se me ha hecho eterno, demasiadas cosas qué llorar, algunas pocas qué festejar, una que otra que no quisiera recordar y un par que sé que me marcarán para siempre. Y yo no sé si bendecir o maldecir este año que me obligó a descubrir que mis alas nunca estuvieron rotas, que debí comenzar a volar antes, que lo tenía todo. Todo. La vida es una montaña, y no importa cuánta nieve haya allá arriba ni qué tan alto sea ni cuántas eternidades tomará llegar, sé que jamás me perdonaría no haberlo intentado.<br />
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<span style="font-size: x-small;"><i>Este año, Septiembre no podrá vencerme. </i></span></div>
VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-7906881543580566912014-08-26T00:54:00.001-05:002014-08-26T00:54:29.878-05:00Los que se quedanSon los que se quedan los que sufren, no los que se van. Los que en unos años nos preguntaremos cómo habrían sido sus arrugas, sus canas, si se habrían cortado el cabello, cómo sería su risa, su sonrisa. Creo que no tenía más de 25, el hermano menor de un amigo mío muy querido, y me duele en el alma entender su dolor. Más aún el saber que su dolor es y será más grande que el mío. Y a los que nos quedamos no nos queda más que apoyarnos unos a los otros y compartir dolores, que es lo que nos queda cuando se van los que se van. Es hermosa la vida, aún cuando se pone sus máscaras de perra desgraciada, es una perra hermosa. Siempre sale con maneras creativas de hacernos amarnos unos a los otros, hasta cuando se trata de compartir heridas, por más que a veces deseáramos con el alma pensar o saber, tener la certeza, de que ese dolor profundo que experimentamos es sólo nuestro, o que al menos pasarán años antes del día en que tengas que decir "Te entiendo, te amo, estoy contigo". Todavía sangra mi herida y ver sangre no es lo que quisiera hoy, pero así es la vida, y muchos no lo entienden. Que duele más la muerte ajena que la propia, que sufre más el amigo, el hijo, el hermano que el mismo enfermo. Y la gente normal le teme más a la propia muerte que a la muerte de los que se van. Y ver así la agonía, tan de cerca, te hace cambiar la perspectiva con que ves la vida, la muerte. No me duele el niño que muere más que el hermano que lo ve morir, es el que se queda el que necesita un abrazo, no el que se va.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-86388417806388817852014-08-20T23:45:00.000-05:002014-08-20T23:45:09.294-05:00Septiembre (todavía respiro)Hay una cosa que me preocupa. Leí por ahí que la gente depresiva no se quita la vida en la peor curva de la depresión sino cuando parece que empiezan a recuperarse. Es cabrona la vida, no?<br />
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Yo creo que fue sólo un sueño, todo este último año. El otro día simplemente desperté en mi cama, me bañé, y fue como si de pronto todo estuviera claro. El vapor de agua caliente me desbloqueó los pulmones de ese quién sabe qué que me tenía asfixiada. Y es extraño, regresar al mundo de los vivos sin pensar que hace menos de una semana no sentía mi propio pulso. Me siento más ligera sin embargo, más libre, y no entiendo por qué. La vida es cabrona, parece que está diseñada para hacernos desconfiar de todo, para hacernos crear miedos y más miedos, miedos sobre miedos, miedos y monstruos. Incluso ahora que parece terminar la madrugada una fantasma me acecha entre las sombras largas del amanecer. Como que no me la creo, así de la nada, salir de la cama y que todo brille otra vez. Es irreal, tan irreal que parece imposible. VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-70318302746528379442014-08-05T10:28:00.000-05:002014-08-05T10:44:48.296-05:00alfonsina y el marNo puedo con tanto dolor, aun falta demasiado. Aprendi a llorar y que esta vida no enseña otras cosas. Desperdicié mi tiempo, mi espacio, el amor que me dieron, la atencion, los cuidados. Lo tenia todo, todo. Era bonita, el tiempo, las ganas. Fui tan pendeja, tan cobarde. Perdi mi tiempo, desperdicie tantas cosas. No le temo a la muerte, le temo a la vida. Pocas cosas importan cuando estás muriendo, es demasiado el peso de la vida. Lo tuve todo pero nunca aprendi a vivir el mundo de los vivos. Lo siento. Fallé, fallamos mamá, fallamos juntas. lo tuvimos todo, todo, menos la fuerza. vivimos una vida que nos exigió ser valientes. la cobardia se lleva en los genes. VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-5694376417965872832014-08-04T22:47:00.001-05:002014-08-05T14:09:16.921-05:00Todo bien de este ladoComo que todo va y no va, como que no me acostumbro a vivir sin tu consejo. Como que todo lo que hago lo hago mal. No sabes cuánta falta me haces, yo no sabía cuánto te necesitaba. No tenía idea. Aprendo a tropezar con mis propios pies, no veo más allá de mi nariz, todo está nublado y tengo miedo. Todos acá te extrañamos, nadie lo dice claro ni tan seguido, pero a todos nos haces falta. Y ya no sé qué hacer con Gabriel, sigue encerrado en su recámara y se ha vuelto una carga para todos. Gerardo sigue pagando la renta, pero no sé cuánto más vaya a tolerarlo, a tolerarnos. Sé que te ama todavía, se le nota en los ojos, pero sé también que buscará rearmar su vida y mi hermano y yo no siempre cabremos en sus planes. Y eso me da miedo. Me gustaría saber qué opinas de esta idea que tengo de seguir mis sueños a pesar de todo, a pesar del miedo que tengo de morirme de hambre, de seguir dependiendo de otros para llegar a donde quiero llegar. Cuando lo pienso un poco imagino qué dirías, qué dirías hace unos años y qué dirías hace no tantos. Seré honesta contigo, no sé si creería alguna de las dos versiones. No sé si mi necedad es una cualidad de genio o cobardía ante la perspectiva de conseguir un trabajo de mesera. Me propongo trabajar todos los días en los mandalas pero me cuesta concentrarme, me cuesta seguir mis planes y hacer las cosas que se supone que tengo que hacer. ¿Te acuerdas cuando era niña y me dormía tratando de hacer la tarea?, creo que sigo siendo esa niña mamá, pensé que siempre estarías ahí para decirme cuál es el siguiente paso, a quién hablarle, qué decir, qué no decir, recordarme cuándo tenía que hacer las cosas. Sabes que eso nunca se me dio, sabes que me porto como artista y los artistas no sabemos hacer esas cosas. Tú me lo dijiste, y no te entendí, son muchas las frases que recuerdo que dijiste y a penas ahora comienzo a comprender. Hay miles cosas que me hubiera gustado que me dijeras, tantas preguntas que debí hacerte a cerca de mi misma, cosas que tú sabías mejor que yo. Tal vez mi vida sería más fácil, al menos diferente. Creo que todo hubiera sido diferente si no fuéramos tan iguales y tan cobardes, pero todo pasó como pasó y ya no hay mucho qué hacerle. Mi gardenia murió una semana después de que te fuiste, no me he atrevido a vaciar la maceta. ¿Recuerdas cuando me traías gardenias en las noches cuando regresabas de trabajar?, recuerdo que amaba su aroma. Cómo hubiera querido que conocieras a Aldebarán, creo que se hubieran llevado bien. Tiene sólo dos años más que yo, nada más comenzando por ahí sé que lo habrías recibido en la casa. Y hace lo mismo que tú, de hecho hay muchos detalles en los que me recuerda a nosotras dos. Me hubiera encantado escucharlos platicar, sé que se hubieran llevado bien. Te fuiste demasiado pronto mamá, creí que estarías conmigo para decirme si me convenía o no enamorarme de alguien como me enamoré de él. Si creías que me convenía, si hay algo que no estoy viendo y él no es el hombre de mi vida, o mejor, que me dijeras que crees que sí, que sí es él y que no tengo por qué tener miedo. Y no es que crea que no es él, es que me hubiera encantado escucharte apoyarme. Siempre creí que me ayudarías a criar a tus nietos, que me enseñarías a ser madre, que estarías ahí para hacerme una mejor madre de la que fuiste tú. Sé que esa hubiera sido tu intención. Y sé que lloraré como nunca y te extrañaré ese día, sé que ese día aprenderé lo que es dolor. Que me sentiré perdida, tal vez más que ahora, cuando trate de educar a un niño sin tu consejo. No sé qué hacer de mi vida sin tu consejo, ¿Cómo sabría qué hacer con la suya? No sé cómo hacer un curso de mandalas, no sé cómo le voy a hacer para vivir mi vida. Ya veré cómo me las arreglo, yo sé que soy fuerte, ahora te creo eso que decías de que soy más fuerte que mi hermano, ahora comienzo a entenderlo, pero, ¿Crees que haría bien dejándolo a su suerte?, ¿Estoy haciendo mal dejándolo hacer su vida solo como yo intento hacer con la mía?. No soy su madre mamá, no soy tú, y creo que los dos tenemos que aprender a caminar sin tu consejo, sin tu cariño, y que no le hago ningún bien dejándolo depender de mi. Pero no puedo evitar sentirme culpable, es mi hermano, lo amo, hoy sé que sí, pero, ¿Crees que me equivoco?. He cambiado mucho, creo que he crecido, pero sé también que soy una niña y que me falta mucho todavía, mucho qué vivir y qué aprender. Sé que no será fácil, que no era fácil cuando estabas y menos lo será ahora que me has dejado sola. En mi tía no se puede confiar, menos en mi abuela, mi hermano tampoco será de mucha ayuda, sin tí me siento perdida. Eras lo único que me acompañaba en este mundo y te me fuiste, eras mi sostén y mi refugio, y hoy de pronto me siento sin techo, sin dirección, sin camino. Sigo caminando pero avanzo a tientas, tropiezo, caigo. Te extrañé más que nunca el día de mi cumpleaños, no pude salir de mi cama en semanas y tengo miedo porque sé que no es la última vez que pasará. Sé que faltan años para que me sienta segura viviendo sin tí y que nunca dejaré de extrañarte.<br />
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Yo no sé si me lees mamá, llevo meses esperándote en mis sueños. Te he inventado varias veces, sé que no eres tú. Ven un día, no espero que respondas mis preguntas, sólo quiero abrazarte.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-412716814273165754.post-26089836634786355382014-07-28T09:15:00.002-05:002014-07-28T09:15:25.806-05:00Otra vez mamáA veces se nos olvida que están muertos, los muertos. Y preparamos desayuno para cuatro, llamamos sus propiedades como suyas, pensamos en ellos cuando vemos algo qué regalarles, vamos por la calle y pensamos "llegando a casa le preguntaré...". Y entonces, por un segundo están vivos. Menos que un segundo, un milésimo, un instante en el que sentimos la alegría de la perspectiva de compartir con ellos, de contarles cosas, de regalarles cosas, de comer con ellos. Pero no dura, porque luego viene el recuerdo. Los vivos nos enfrentamos una vez más a la realidad de que se han ido, de que nos dejaron sus cajones llenos de ropa, que nos dejaron llenos de dudas y que nunca más volveremos a verlos sonreir. Que nos quedaremos toda la vida con la curiosidad de "¿Qué habría opinado ella a cerca de mi nuevo novio?". Mueren de nuevo, una vez más algo se rompe dentro de ti y sientes su agonía, recuerdas que no te despediste, por otro instante vuelves a vivir el funeral y ese momento maldito en que después de creerte que estabas bien caiste en cuenta de qué significa la muerte en realidad. Que no recuerdas qué hiciste en su último cumpleaños, en tu último cumpleaños con ella, que no volverás a escuchar historias de tu infancia, que nunca podrás preguntarle si cree que este chico que te gusta tanto tiene un defecto que no estás viendo. Un instante más en el que sientes cómo la vida te arrebata lo que más querías en este mundo. Un instante que duele tanto que nunca termina.VioletaJacarandahttp://www.blogger.com/profile/15754532694955594745noreply@blogger.com0