jueves, 20 de enero de 2011

Con B grande

Hoy me desperté pensando que es un día especial. Me desperté igualito que otros días, repitiendo una y otra vez el sueño que tuve para no olvidarlo, reviviendo los detalles, riéndome de él. Encendí la computadora y busqué la nueva entrada de mi blog favorito, la leí, me dejó con cara de o.0 Luego fui al cajón de la ropa, y fue ahí cuando me dí cuenta de que este es un día especial; Escogí mi ropa interior con cuidado, no me preguntes por qué.

Han pasado ya varios meses desde la última vez que lo vi. Se fue en noviembre, o eso tengo entendido, y si mi memoria no me falla, volvió a llamarme el 6 de enero, hace exactamente 14 días. Y no, no hablé con él. Me llamó justo cuando el maestro, en el primer día de clases, me miró a mi y me dijo "¿Quién eres y por qué fotografía?"... Ring ring!!... Yo colgué para responder la pregunta, de todas formas era un número desconocido. Pero, ingenua de mi, volví a marcar ese número en los primeros 5 min que tuve libres. Me sorprendió un poco oir del otro lado de la línea una voz desconocida, pero que me hablaba con tanto gusto y naturalidad que hasta me sentí un poco culpable por no recordarlo; "¿Quién habla?".. Me dijo su nombre, y yo colgué de inmediato. Yo jamás pensé que volvería a México, tal vez yo no quería que volviera a México, y tal vez fue por eso que, antes del 6 de enero, jamás me puse a pensar en qué haría, qué pasaría, cómo reaccionaría yo... no quería saber.

El 7 de enero cancelé todo lo que tenía que hacer, puse el pretexto de tener una tarea urgente. Me fuí a sentar a dos bancas de esa banca, de nuestra banca, en Coyoacán, y la observé pensando que de la nada aparecería él, con un helado en la mano, y se sentaría en esa banca como si nada. Supongo que está de más aclarar que nunca llegó. Pasé ahí la tarde, pensando, ¿Qué haría si volvía, si aparecía? ¿Correría a él, a besarlo, a abrazarlo como si lo hubiera extrañado? ¿Haría como que no lo ví y me marcharía? ¿Lo saludaría como a un extraño, sólo para saber de su vida y luego me iría? No lo sé. Pero pasé ahí la tarde, esperando.

Pasó el tiempo, y no llegó. Me levantaba de la banca de vez en cuando para buscarlo, ver su cara, sus ojos, esa mirada entre la gente. Pero llegó el atardecer y yo me fui. Me levanté de la banca para caminar hacia donde tomo el autobús para ir a casa, y fue ahí cuando me di cuenta de que estaba caminando hacia el primer lugar donde lo besé.

Y, sí, al llegar a la plaza de mayo me dio por llorar... y me puse a gritar, dónde estás?... Y lloré, y lloré tanto que me dio vergüenza volver a casa. Y me quedé ahí, esperándote, y esperando a  que llamaras, pensando en llamarte para decirte todo lo que estaba pensando, todo lo que estaba sintiendo.  Pero cada vez que tomaba mi celular para llamarte, sentía un dolor terrible en el estómago. Así que me senté ahí en una banqueta a sentir pena por mi. Pero lo curioso de todo esto pasó un poco después, cuando al fin me decidí a lagarme de ahí... En el lugar exacto donde te besé por última vez, un pointer rojo, alguien adentro fumando, solo. Si el coche hubiera sido plateado hubiera pensado que eras tú y habría huido. Pero no era, y me acerqué. Me acerqué pensando que eras tú en alguien más, ya sabes que me ha pasado. Y fue grande mi sorpresa cuando me di cuenta de que no eras tú, sino él, ¿Te acuerdas que te conté de Él?, tenía su nariz, y su olor, pero su voz no era la misma, no tenía nada que ver.  Así, no eras tú, ni él, ni nadie. Él no era nadie, sólo uno de esos peones, gente sin rostro, que a veces me da por mirar. Y entonces volví a casa, con la única compañía de la música de mi iPod. Y tu ausencia, ausencia que espero que se quede así de por vida. Hoy, para mi, saber vuelve a escribirse con B grande y mayúscula.

3 comentarios:

Jonathan dijo...

Si, de hecho, hace no mucho pasé por una situación similar, es como vivir en dos universos a la vez viendo fantasmas de tiempos más fáciles. Tiempos mejores.

No queda más que engañarse uno mismo y finguir seguir poco a poco adelante.

P.D. Me puso "chipil" tú post, sniff...

Saludos!

TeReSa dijo...

Muchas veces, las ausencias ocupan un lugar muy grande en el corazón.

Salu2!

cAlanís dijo...

Me gustó mucho la estructura de este texto. No sé si sea un relato biográfico... ¡Qué chido escribes!