La casa de mis sueños está en renta. Es una casa blanca con azul, no demasiado grande. Cuando pasé frente a ella con mi novio, le señalé el letrero de "SE RENTA". Él sólo dijo "no me gusta", me cambió el tema. Claro que no sabe que es la casa de mis sueños. Muchas veces, desde muy niña, me dijeron que era demasiado soñadora, que se me pasa el tiempo soñando cuando debería estar viviendo. Y creo que es verdad, paso más tiempo soñando despierta que viviendo o soñando dormida. Nunca me molestó en realidad que ninguno de aquellos sueños nunca se hiciera realidad, nunca hice nada tampoco para hacer real nada de lo que soñé, siempre me quedó claro que en la vida, una cosa son los sueños y otra la realidad, y los sueños y la realidad, no se mezclan. Tal vez es por eso que nunca me puse a pensar en qué pasaría si un día tuviera la oportunidad de hacer realidad uno de esos sueños. La casa de mis sueños está en renta, y yo no me atrevo a saltar al vacío. Eso me lleva a preguntarme qué pasaría si llego a tener la oportunidad de vivir la aventura de mis sueños, de conocer al hombre de mis sueños, de encontrar el lugar de mis sueños, ¿Sentiría entonces estar saltando al vacío? ¿Cómo se supone que le hace uno para separar las fantasías de la realidad? ¿Qué carajo es la realidad a final de cuentas?
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Y... si el amor de mi vida es un imbécil?
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