Me da miedo que cambies. Me da miedo no saber quién eres. Nunca creí saberlo, pero hoy, ya no sé si sé algo, at all, a cerca de ti. Eres un pésimo novio pero un excelente amigo. Pero te amo, y ese es el problema. Me di cuenta de que sólo sé cosas de ti, las cosas que me gustan, las cosas que no me gustan, cuando sabes que sólo somos amigos. Y es tal vez por eso que, a veces, me da por alejarme de ti. Me gustaría que lo supieras pero nunca te lo diré. Me das miedo. Siempre ha sido así. Cuando estoy contigo todo está bien, cuando te veo de cerca sé que eres tú, que no me harías daño, cuando te tengo cerca sé quién eres, sé que te amo. Pero si te alejas, y te veo como eres, me doy cuenta de que no, de que nunca supe nada de ti, que para mi eres un libro cerrado, que sólo muestra su portada, una portada sexy, interesante, pero no completa. Al final sólo una portada. Y ya no sé qué hacer contigo, porque te amo, siempre te he amado, y sin embargo, te temo.
Me gustaría decirte que no volveré a verlo, porque probablemente es la verdad. No lo haré, no te lo diré, como no me dices tú tampoco la mitad de lo que pasa por tu mente. Que yo sé que es mucho, y que no me lo dirás jamás. Me gustaría que supieras que yo sé quiénes son mis amigos, que los conozco mejor que a ti, que algunos me conocen mejor que tú, y que, sin embargo, yo sé que siempre estaré sola. Me gustaría que supieras que, la razón por la que estoy contigo, no es porque seas gracioso, porque seas inteligente, porque sepas tratarme. Estoy contigo porque sé que, a tu lado, nunca estaré sola. Aún cuando de ti sólo conozco la portada, aún cuando sé que no te conozco como debería, que no me dices las cosas que me gustaría saber. Estoy contigo porque te amo, a pesar de que te temo.
1 comentario:
Me sentí como el mal tercio al entrar a tu blog...
Saludosss...Y hago mutis
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