¿Cuándo fue la última vez que lloraste tanto que olvidaste por qué llorabas?, y de pronto todo en tu vida se transformó en una madeja de ineptitud, tristeza, un tunel de oscuridad al que no se le ve principio ni fin. Varias veces pensaste que ya se había acabado, que no volvería a pasar, que estabas curada. Que así, como si nada, de la nada, ya no estabas rota. Sigues siendo la misma, cualquier día de estos te pasas con la navaja, la diferencia es que ya no te da tanto miedo. Jamás olvidarás lo que se siente, jamás saldrás de ahí. ¿Por qué lo sigues intentando? ¿Por qué sigues huyendo de las tormentas?. Sabes que la vida misma es la tormenta, sabes que la vida misma es la que duele, siempre será así. Entonces, ¿Por qué sigues levantándote del piso? ¿Por qué sigues luchando?, si sabes que la lucha es, y siempre será, contra ti misma.
¿Dónde estás?
En mi casa
¿En qué parte?
En mi recámara
¿Qué ves?
mi navaja... sólo la navaja.
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