Es de idiotas pensar que somos todos iguales
No somos todos iguales, no, estamos los rotos
y están quienes nos rompieron.
Yo no nací con el alma rota, fue este mundo maldito malencuadrado,
fueron los muertos de trajes grises de dos botones y corbata.
Quién sabe que es tu corazón quien baila y se derrama
quién sabe que es no es tinta sino sangre vida lo que se gasta sobre el lienzo
quién entiende a tus labios que se incendian si no escupen el veneno.
Cómo esperar que sean ellos quienes aplaudan tus dibujos que no entienden ni valoran
cómo creer que es sincero el halago de quien sólo puede contemplar su ego
cómo exponer tu ser a quienes rompieron tu espíritu.
Tal vez por la nostalgia de sentirte niña, vulnerable
tal vez para mostrarles que sangraron tu cuerpo
pero no lograron doblegar tu alma
Tal vez poque hay quien entiende tus ojos de fuego
que se negaron a callar su llanto.
Y escribiré de nuevo.
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