¿Cuántas promesas hemos hecho que no nos es posible cumplir? No me lo tomes a mal, nunca hice una promesa que no quisiera cumplir. Sin embargo muchas veces hice promesas sin considerar las consecuencias que traería cumplir, las que traería no hacerlo. Muchas cosas me hacen suponer que no soy una persona impulsiva, normalmente no como nada que no pueda digerir, no digo nada que no pueda sostener, no compro nada que no pueda pagar, no hago nada sin pensarlo antes varias veces. El problema es que, no es así cuando estoy enamorada. Supongo que de eso ya te diste cuenta. Y me imagino que es normal en los humanos, me imagino que es normal en mi... que deje de pensar si me enamoro. Traté de escuchar de nuevo aquella canción que no pude despegarme el tiempo que estuve sin ti, extrañándonte. No pude. No pude sin volver a sentir, a sentirte. Y tal vez eso es lo malo de ligar canciones que me gustan a mi pasado, luego hacen que sea imposible escucharlas sin atarse uno mismo al pasado. Y me han dicho (he dicho) que eso no es bueno. Tal vez sea que todavía te extraño, aún cuando no quiero extrañarte. No quise que fueras uno más de la lista, de todos aquellos a los que he escrito en mi vida cosas que jamás leerán. No quise que fueras otro de aquellos a los que me niego a nombrar por miedo a querer volver, por miedo a llegar a pensar que tal vez sea posible que quiera volver. (En Comala comprendí, que al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de voler.). No quería hacer una promesa que no pudiera cumplir, quería que ese adios que no te dije, fuera un adiós con puntos suspensivos. El problema hoy es que ni dije adios ni quiero los puntos suspensivos. El problema ahora es que ya no puedo decirte que no quiero volver. Que te hice una promesa que debí saber desde el principio, que no debía cumplir.
Whatever words I say...
2 comentarios:
Según el bushido, no hace falta decir "prometo" para que la palabra de uno tengo peso. Cuando un samurai decía que haría algo, eso podía considerarse, incluso, como si ya se hubiera realizado la tarea... algo que admiro de ti es esa confianza y fortaleza que inspiras. recuerda que lo que le da peso al enunciado es quién lo dice, no hace falta prometer para cumplir... aunque también para con nosotros, somos quien menos nos pedimos cuentas...
http://www.youtube.com/watch?v=liREkXfUrNg
Me sentí como un adolescente al leer esta entrada. No se, recordé viejos tiempos que se fueron y a los que me gustaría volver.
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