jueves, 21 de octubre de 2010
Se retrocede con seguridad, pero se avanza a tientas
Tomar café de más a propósito, pero como por accidente. Tener miedo a dormir por no querer saber que será de mi mañana. Mirar hacia la ventana y sólo ver cortinas. Ganas de fumar, falta de cigarros. La única luz viene de la pantalla de la laptop. Dentdo de mi, aquel viejo vacío vuelve a reclamar su espacio. No lo dejaré, no debo dejarlo. Pero cómo?... Cómo?... Escribo en la oscuridad sin ver el teclado, como avanzo a tientas por la vida. Y sólo el sonido de mis propios dedos sobre las teclas me reconforta. Es como el sonido del aire escapando del globo, dejando escapar la presión de adentro del pecho, dejando escapar el olor de tu ropa y el sabor de tus besos. Debí enterrarte hace mucho, pero no supe cómo. A veces es malo cumplir promesas que no debieron haber sido hechas. Dije que jamás te olvidaría, lo prometí. Y me odio a mi misma por haberte guardado un rincón de mi alma. Ya no quiero volver, no quiero ser de nuevo la ilusa que te esperaba en la ventana. Te dejé ir, te marchaste y estuve a punto de olvidarte. Entonces, por qué vuelves de nuevo de entre el polvo y escarbas en mi pecho rincones que dejaste vacíos al irte, rincones que se llenaron de tierra tras tu partida. Por qué vuelves a complicarme la vida, por qué vuelves a que vuelva a echarte de nuevo. Te pedí que no volvieras, te pedí que me olvidaras. Te pedí que me dejaras ir. Déjame ir, no vuelvas que volver no es bueno. Vete ya, debiste irte, hace mucho, te dejé ir hace mucho. Vete ya, mi puerta está cerrada para ti.
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