martes, 3 de septiembre de 2013

Dejarme estar viva

Qué mejor momento que los primeros días de Septiembre para comenzar una nueva vida. Con corte de pelo nuevo, actitud nueva y una que otra decisión que seguramente me hará quedar como la loca frente a mi familia una vez más. Pero parte de esta nueva actitud incluye hacer lo que se me dé la gana sin importarme lo que nadie, principalmente mi familia, opine a cerca de mis locuras. Tal vez sí me haga más feliz dar clases de dibujo para niños que estudiar arquitectura, tal vez no. No ganaré tanto como dentro de treinta años en caso de que hubiera decidido terminar arquitectura, pero seré más feliz y podré cortarme y pintarme el pelo tan ridículo como sea posible, viajar a donde quiera cuando quiera y con quien quiera, dejarme ser libre, loca, porque son esas las extravagancias que se les permiten a los artistas pero no a los arquitectos, a los oficinistas cualquiera que creen que mientras más dinero tengan mejor estarán aunque eso los haga profundamente infelices. No, yo no quiero eso, yo quiero ser feliz y no me rendiré fácilmente, no dejaré que mis miedos me invadan sino que dejaré que me fortalezcan, como lo han hecho en el pasado. Me emociona. Tomar esta decisión me hace sentir una felicidad prematura que la arquitectura nunca me causó. No significa que dejaré este hábito que tanto me ha costado tomar de dormir tarde y despertar temprano, porque de eso se trata la vida, de estar vivo. La vida no es séptica, no es encapsulable ni ordenada, no es algo que puedas limitar, la vida es peligrosa, y siempre encuentra su camino. Y yo pretendo dejarme estar viva.

1 comentario:

TeReSa dijo...

No te compares, si quieres ser la loca, la aburrida, la arquitecta, etc. sólo hazlo y disfrútalo.

Salu2!!