sábado, 8 de junio de 2013

Feeling good

Amanecí con un ánimo narcisista, ególatra, de esos de los que la iglesia dice debemos sentirnos culpables. Tal vez es culpa de mi blusa blanca, que llama demasiado la atención. Tal vez la mañana amaneció bonita, tal vez soñé algo que me emocionó. Tal vez me hizo bien ese abrazo de ayer. No suelo dejar que nadie se me acerque, mucho menos que alguien me abrace. Tampoco suelo decirle a la gente que quiero, que la quiero. Y a pesar de que hay treinta y cacho asuntos tristes de los cuales escribir, no me atrevería a romper este momento narcisista ególatra que se siente tan bien. Curioso que aún así, no se me da escribir cosas alegres, tal vez porque me de pena esa falta de modestia que suelo esconder a la gente a mi alrededor en estos momentos, momentos que no sé aún cómo hacer perdurar. Tal vez porque simplemente soy una niña pequeña maniaco depresiva emocionalmente dependiente que aprendió a sonreir a fuerza de puras buenas vibras. Tal vez no se equivocó aquella psiquiatra que dijo que soy bipolar y no hay nada que hacerle. Tal vez sí se equivocó, no lo sé, y a decir verdad no quiero saberlo. Sólo sé que hoy amanecí con un ánimo narcisista y poco modesto del que no me siento culpable, y no sé qué más podría decir a cerca de eso.


Tal vez mi mente se defiende de esas treinta y cacho cosas tristes
haciéndome pensar que estoy feliz.

No hay comentarios: