lunes, 1 de octubre de 2012

...

Ponerme a recordar me hace sentir vieja. No creo querer saber lo que es recordar y al mismo tiempo ser realmente vieja. Nadie fuma ya en casa, o nadie deja aquí sus cigarros. Recuerdo cuando podía fumarme sin problemas en un día una cajetilla, y que tenía escondidos cigarros en lugares de mi cuarto que a veces ni me acordaba. Era una niña en cuerpo de adulto, pensando que no era una niña del todo. No faltaba en esa época quién me invitara un café cuando me sentía sola, abrir el msn y ponerme en línea significaba atender seis ventanas de conversación al mismo tiempo. Tal vez era más bonita, tal vez es verdad que me estoy haciendo vieja. Cuando uno crece, crecen también sus ojos, se alejan del piso, y uno ve la vida de formas que antes jamás se le hubieran ocurrido.



Entré a msn otra vez buscando otro rostro que murió hace tiempo,
sólo para darme cuenta de que ya nadie usa msn.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que el paso del tiempo te ha sentado bien, en varios aspectos... no solo en belleza de la superficie, física; el sentimiento de vejez es subjetivo (que no es lo mismo que ser viejo)...